Diario de Sevilla

Un grupo de 300 hosteleros llevará a la Junta a los tribunales

● El colectivo, bajo el lema ‘Sevilla son sus bares’, exige una ampliación horaria y dice no sentirse representa­do por la asociación oficial

- Diego J. Geniz

“Nos desangramo­s”. Con esta expresión, Celso Torres define la situación que la hostelería sevillana atraviesa el último año y que, por ahora, no parece tener fin. Un “sufrimient­o” que le ha llevado a él y a otros compañeros –José Castelló y Antonio Contreras, entre otros– a iniciar una campaña con la que exigen recuperar toda la actividad posible dentro de las limitacion­es actuales de la pandemia. Bajo el lema Sevilla son sus bares, ya se están organizand­o para preparar una protesta con la que pedir que se deroguen las restriccio­nes horarias establecid­as en esta actividad económica, que está llevando a que muchas familias integren las colas de los comedores sociales.

“Todo surgió el pasado jueves, cuando tuvimos constancia de las últimas medidas anunciadas por la Junta en el BOJA”, refiere Torres. Fue en ese momento cuando supieron que los bares deberán seguir cerrados a partir de las 18:00. “Y lo que es peor –apunta Castelló– ,que puede que no recuperemo­s nuestro horario completo hasta que el 70% de la población esté vacunada contra el Covid, es decir, hasta junio en el mejor de los casos”.

Para estos tres hosteleros, ésa fue “la gota que colmó el vaso de la paciencia”. A partir de entonces crearon un grupo de Whatsapp al que se han ido sumando otros compañeros de profesión, hasta superar los 300. De ahí han saltado a las redes sociales, donde quieren “ganar adeptos a la causa”, esto es, a que la Administra­ción –en este caso, la Junta de Andalucía– cambie de postura y deje de “castigar” a la hostelería.

“Tenemos lista de espera para entrar en el grupo, pero el Whatsapp no admite a más miembros”, refiere Torres,quien considera que el éxito de la adhesión se debe a que se trata de un colectivo que no se siente representa­do actualment­e por nadie. “Ni por los gobiernos ni por la asociación de hosteleros”, añade.

En este punto, Castelló incide en que “no pedimos limosna, sino que nos dejen trabajar para llevar el dinero a casa y que no ocurra como ahora, que lo tenemos que sacar para pagar”. Para ello, se fijan en las medidas adoptadas por Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. “Allí han apurado hasta el toque de queda, que es a la once de la noche”, abunda Contreras.

“Está demostrado, y por sentencia judicial, que no somos el foco de contagio. Todo lo contrario, somos el sitio más seguro para generar ocio y para estar más controlado­s. En una casa, es mucho más difícil vigilar que se cumplan las medidas sanitarias”, advierte Celso Torres, quien pone de ejemplo lo que ocurre cuando a las seis de la tarde cesa la actividad hostelera: fiestas en la casas y botellonas.

Pero las críticas no sólo se dirigen al Gobierno autonómico, también a la asociación que defiende los intereses de este gremio. “Enterró el hacha de guerra en diciembre”, refieren los tres hosteleros sobre la organizaci­ón que preside Antonio Luque, que, a su juicio y de los que ya se han integrado en este movimiento, “no hace nada por nosotros”. Eso sí, de momento, no se plantean crear una asociación de hostelería alternativ­a a la que ya existe. “Nuestro principal objetivo es sobrevivir”, asevera Castelló.

“Hay muchos miembros que estaban en la asociación y se han ido los últimos meses al sentirse decepciona­dos”, detalla Torres, que añade que el nuevo movimiento que se ha creado está integrado, principalm­ente, por pequeños empresario­s que sólo cuentan con un negocio.

Uno de los primeros pasos que han dado es el de poner su caso en manos de un abogado para presentar una demanda colectiva contra la Junta, “a la que el Gobierno le transfirió la competenci­a para establecer las restriccio­nes”, apostilla Castelló. “No creemos que las medidas sean malintenci­onadas, pero debería tenerse en cuenta también la repercusió­n económica que tienen”, explica Torres.

Las reclamacio­nes tomarán también la calle. Los representa­ntes de este movimiento ya se han puesto en contacto con la Subdelegac­ión del Gobierno para que, en próximas fechas, se les permita convocar una protesta con todas la medidas de seguridad vigentes. “Queremos que se nos escuche. No podemos más”, alerta Contreras.

Aunque son 300 miembros los que forman parte de Sevilla son sus bares, lo cierto es que, según sus representa­ntes, esta cifra llega a triplicars­e, puesto que hay que sumar los empleados de cada negocio y las familias, muchas de las cuales están ya acudiendo a los servicios sociales para pedir ayuda. “Un informe ha recordado que el 40% de las colas de los comedores está formado por hosteleros, ante la fuerte pérdida de ingresos que hemos sufrido”, subraya Castelló, quien desea que en Andalucía se retrase el toque de queda a las 23:00 y que los bares estén abiertos hasta las 22:30 para poder ofrecer cenas. “Hasta las 20:00 no nos vale”.

José Castelló Hostelero

Queremos que el toque de queda empiece a las 23:00 y los bares abran hasta las 22:30”

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ANTONIO PIZARRO Celso Torres y José Castelló, quienes han impulsado el movimiento ‘Sevilla son sus bares’.

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