La UPO plantea adelantar los exámenes de julio a febrero
● El 26 de marzo decidirá si implanta el nuevo calendario de evaluación el próximo curso
La Universidad Pablo de Olavide (UPO) quiere implantar el próximo curso un novedoso calendario de exámenes. Por tal motivo, en el consejo de gobierno celebrado ayer se debatió una propuesta que lleva tres semanas planteada y con la que esta institución académica se acercaría a la modalidad europea en cuanto a fechas de evaluación.
La intención es que los exámenes de convocatoria extraordinaria, también llamados de recuperación, no se celebren en julio, sino que tengan lugar poco después de los ordinarios. Sirva un ejemplo: que un alumno que haya suspendido una asignatura del primer semestre en enero no tendrá que esperar al verano para aprobarla, sino que lo hará en febrero, con lo que pasaría a la segunda parte del curso sin esta evaluación pendiente. Lo mismo ocurriría en el segundo semestre.
Se trataría, según explican fuentes de la UPO, de que entre una y otra convocatoria sólo mediara una semana. Eso sí, para ello cada evaluación debe ceñirse a dos semanas de exámenes y no a tres, como ahora.
Las ventajas e inconvenientes del cambio se analizaron en el consejo de gobierno de ayer. Entre los beneficios debe incluirse que el nuevo calendario se adapta al modelo imperante en la mayoría de las universidades europeas. También los alumnos Erasmus que se vayan al extranjero al terminar un semestre podrán hacerlo sin tener que pensar en la asignatura que les quede pendiente del anterior. De igual modo, los profesores asociados que sólo imparten una enseñanza durante un semestre tampoco tendrán que esperar hasta julio para la segunda evaluación.
Pero este modelo también tiene ciertos inconvenientes. Por un lado, obliga a constreñir el tiempo de realización de cada convocatoria de exámenes, que pasaría de las tres semanas actuales a dos. También la rapidez con la que las actas de la primera evaluación tendrían que estar firmadas, por lo que los profesores disponen de menos tiempo para corregir los exámenes y revisarlos a petición de los alumnos. Y por último, en algunas asignaturas, como las relacionadas con la traducción e interpretación, la mejora en los conocimientos no se puede lograr en tan corto periodo.
Fuentes de la UPO consultadas por este periódico aseveran que ayer se decidió dar un mes más de margen para tomar la decisión definitiva. “Es un cambio que no se puede aprobar por votación, sino que debe haber un gran consenso tras un debate”, detallan. Será el 26 de marzo, antes de Semana Santa, cuando se sepa si este modelo se implantará en la UPO el próximo curso.