La Junta advierte de que la apertura será “menor de la pensada”
Aguirre rebaja las expectativas ante las medidas que se aprobarán de cara a Semana Santa
El cercano precedente de la Navidad, origen de la funesta tercera ola, está obligando a las administraciones a actuar con cautela pese al notable descenso de la propagación del coronavirus y la paulatina reducción de la presión asistencial en los hospitales a causa del Covid-19. Ése es al menos el mensaje de los dirigentes políticos cuando se refieren a la esperada progresiva relajación de las medidas actualmente vigentes, cuyo primer capítulo podrá conocerse mañana –día en que se vuelve a reunir el comité de expertos– o pasado mañana, día en que finaliza el periodo de las restricciones adoptadas el 8 de enero.
El consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, dijo ayer que, de cara a la Semana Santa, “la apertura de las restricciones sean posiblemente menores de lo que se piensa”, pues la pandemia evoluciona hacia una “meseta plana”, pero con “cifras muy altas en hospitalizaciones y UCI”.
Sin avanzar un detalle sobre qué tipo de medidas serán modificadas –movilidad, toque de queda, horario de la apertura de los negocios, etcétera–, Aguirre se refirió a los nuevos datos, que ofrecen una reducción “más lenta” del número de contagios que en las semanas previas, declaró en una entrevista emitida en la COPE y recogida por Europa Press. El consejero calificó de “preocupante” alcanzar esa “fase de meseta” con las cifras actuales –ayer se registró en Andalucía una tasa de 163 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en 14 días ayer.
En cuanto al proceso de vacunación, Aguirre insistió en pedir más número de vacunas al Gobierno central y, en la línea de lo declarado por otros dirigentes, estimó “imposible” la vacunación del 70% de la población andaluza en verano –refiriéndose al inicio de la estación–, calculando que para esas fechas podría haber “un 40% o un 45%” de población inmunizada.