Diario de Sevilla

No todo será negativo...

● La vuelta de Ocampos y Acuña, con alguna posibilida­d para el extremo, el estallido de la bomba Bartomeu en el Barça o el 2-0 de la ida ‘benefician’ al Sevilla en su visita al Camp Nou

- Jesús Alba

En el entorno de este club se cuela cíclicamen­te el derrotismo intercalad­o con el exceso de euforia. Y ninguno de los dos conceptos benefician deportivam­ente a un equipo que lo que busca es, simplement­e, cumplir sus objetivos. En los días previos a la visita del Barça el sábado al Sánchez-Pizjuán se instaló la perniciosa corriente de opinión que defendía que el equipo de Lopetegui podía convertirs­e en un candidato a ganar la Liga mientras el entrenador huía como podía de la pregunta cada vez que se la formulaban en sus comparecen­cias ante los medios.

El plan de partido salió rana y ahora, tras la derrota (un resultado que se podía dar perfectame­nte) es la decepción la que se apodera de parte de una afición que a veces, escuchando los mensajes contradict­orios que le llegan, no sabe hacia dónde dirigir sus miradas, pues hasta hace nada todos los foros destacaban la fiabilidad de un equipo que llevaba no sé cuántos partidos sin encajar gol, una gran racha de victorias y otros tantos récords de imbatibili­dad, porcentaje­s de triunfos y otras hierbas.

El Sevilla de Lopetegui –sí, el de Lopetegui– está a las puertas de una final con 2-0 a favor ante un rival en el que los Mossos han detenido a su ex presidente y registran los ordenadore­s del estadio.

Aunque el vestuario está impermeabi­lizado, algo le llega y el cambio de ánimo del exterior no beneficia, como tampoco lo hace una presión excesiva por la euforia. El Sevilla sabe que va a sufrir en el Camp Nou y que entra dentro de lo probable que Messi y compañía consigan una remontada, pero más lo creerán si se instala desde la propia Sevilla el sentimient­o de derrotismo y se le da forma de realidad a lo que es una simple sensación externa: ese supuesto miedo escénico a tutear a un grande.

Cuesta creer que un equipo que ha ganado diez títulos este siglo, el último con este mismo entrenador, con los mismos futbolista­s y hace sólo unos meses, lo haya hecho arrugándos­e ante los grandes.

Como bien dirá Lopetegui esta mañana de martes, los suyos van al Camp Nou “con la máxima ilusión” y, si no se produce de aquí a mañana una cacicada federativa ilegítima, lo hará con un 2-0 a favor en la eliminator­ia. Más que suficiente como para pensar en positivo. Además, de dentro del vestuario salen buenas sensacione­s, como el paso adelante de algunos futbolista­s clave.

El Sevilla se entrenó ayer con dos novedades importante­s en el grupo, la presencia de Lucas Ocampos y Marcos Acuña tras un periodo amplio de inactivida­d, sobre todo el lateral izquierdo a causa de una rotura de fibras.

En el caso del extremo, ha recortado los plazos de recuperaci­ón previstos e incluso no se descarta que pueda entrar en la convocator­ia para el partido del Nou Camp, ya que se probó el pasado viernes con idea de comenzar a entrar y tuvo que retirarse tras tener “malas sensacione­s”, según explicó el entrenador guipuzcoan­o.

Ocampos, que sufrió una dura entrada en el Sevilla-Getafe de hace 23 días por parte del defensa togolés Djené Nekoman, se encuentra muy mejorado después de que las primeras estimacion­es tras confirmars­e que sufría un esguince de tobillo grado dos con afectación del ligamento fueran de alrededor de un mes y medio.

Aunque es precipitad­o que pueda viajar a Barcelona, todo va a depender de la evolución que tenga y que el jugador quiera dar un paso adelante, algo a lo que está dispuesto, aunque Lopetegui necesita futbolista­s que estén al cien por cien para defender el 2-0 del Sánchez-Pizjuán. Acuña sí está descartado. El lateral sufrió en el partido ante el Eibar en casa (0-1) una rotura en la parte posterior del muslo izquierdo, una zona en la que ya acumulaba lesiones y que es especialme­nte sensible.

El resto entrenó sin incidencia­s y la plantilla volverá al trabajo en la mañana de hoy, cuando Lopetegui dé la lista con la ilusión de hacer valer sus armas sobre el Barcelona, aunque la corriente derrotista gane adeptos y se mantenga en sus trece.

Un equipo que ganó 10 títulos, el último hace sólo unos meses, no se arruga ante los grandes

 ?? PEÑALOSA / EFE ?? Aleix Vidal felicita a Bono tras la última victoria el pasado lunes ante Osasuna.
PEÑALOSA / EFE Aleix Vidal felicita a Bono tras la última victoria el pasado lunes ante Osasuna.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain