Génova rechaza el plan de Bendodo de mantener a su número dos
● La designación de Patricia Navarro es “incompatible” con los estatutos del Partido Popular
La guerra abierta en la que están inmersas las direcciones regional y nacional del Partido Popular por el poder territorial en la región se recrudece. El órdago lanzado ayer por Elías Bendodo a Pablo Casado al proponer la continuidad de Patricia Navarro como secretaria general de la formación en la provincia de Málaga, a pesar del aviso lanzado esta misma semana, se topa con el rechazo de Génova.
Pocas horas después de que el recién reelegido presidente de los populares malagueños anunciase su intención de dar continuidad a Navarro como su número dos, fuentes de la dirección nacional salieron al paso, calificando de “incompatible” el planteamiento y asegurando que “se actuará en consecuencia”. El motivo esgrimido es que entra en colisión con los estatutos nacionales, que consideran incompatible ser secretaria general y, al mismo tiempo, ser delegada autonómica. Justamente el doble estatus de Navarro.
Para tratar de superar este escenario, el también consejero de Presidencia de la Junta anunció su intención de solicitar una excepcionalidad semejante a la que él ya tiene para su mano derecha. Queda por comprobar si, ante la oposición de la Ejecutiva nacional, Bendodo sigue adelante con sus planes iniciales, que deberá ser ratificado en una próxima Junta Directiva provincial. En ese supuesto, el discurso de Génova, que defiende la fórmula de “trabajar a tiempo completo para el partido”, hace pensar que será rechazada.
Para Génova, el pulso lanzado por Bendodo, número dos del PP andaluz, gana en gravedad después de que la advertencia lanzada esta misma semana por la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, recordando a presidentes provinciales y secretarios generales la necesidad de cumplir los estatutos en lo que a incompatibilidad se refiere.
A esto sumaron el que el anuncio de Bendodo tuviese lugar poco antes de la intervención de Beltrán en el cónclave malagueño y después del discurso de Pablo Montesinos, vicesecretario de Comunión, marcado por la moderación.
En cuanto a la figura de Bendodo, que sí cuenta con una dispensa de la dirección nacional para poder compatibilizar su cargo de presidente provincial y el de consejero andaluz, las fuentes señalaron que la autorización se mantiene vigente. Pero remarcaron que en caso de que haya alguna impugnación al congreso, tendrá que intervenir el Comité de Garantías del PP.
La confrontación interna deja en un segundo plano el desarrollo del cónclave provincial, en el que Bendodo fue reelegido por tercera vez consecutiva en el cargo. Lo hizo con un resultado que, siendo abrumador, confirmó un ligero descenso en el respaldo obtenido. De los 1.070 compromisarios llamados a votar, ejercieron este derecho 811, de los cuales 797 votaron a favor del candidato, 10 lo hicieron en contra y otros cuatro optaron por la abstención. Con estos datos, la aprobación fue del 98,2%. Cuatro años antes este porcentaje fue del 99,5.