Cuando todo empieza
● La Semana Santa de 2021 se ha desarrollado sin incidencias destacables y con el cumplimiento generalizado de las normas, según el Ayuntamiento
La Resurrección no es la última cofradía de la Semana Santa. Es la primera. La macha Amarguras con la que cada año se despide a la Virgen de la Aurora es el inicio de la cuenta atrás, un nuevo comienzo que conduce hasta la gloria del Domingo de Ramos. El del año 2022 será el 10 de abril. Desde ayer los cofrades y la ciudad han empezado a recorrer este camino que debe desembocar necesariamente en el retorno de los pasos a la calle. Con ese anhelo, el Ayuntamiento realizó ayer su balance de esta Semana Santa de colas y priostes que acaba de terminar. Lo destacable es que no hubo incidencias y que se cumplieron de manera generalizada las normas sanitarias. Las hermandades han dado todo un ejemplo de responsabilidad y de compromiso con la ciudad y la sociedad a la que tan bien sirven.
El Domingo de Resurrección es el día en el que todo cobra sentido para los cristianos. Todo empieza en esta jornada. No sólo en Santa Marina, donde las imágenes presidían un bello altar. Cuánto ha crecido esta hermandad en los últimos años. Qué bien se hacen las cosas en la calle San Luis. Es inconcebible vivir un Domingo de Resurrección en Sevilla sin salir al encuentro del Señor Resucitado y la Virgen de la Aurora. Bien sea en la Campana, la Alfalfa, o San Luis, o en la intimidad del bellísimo templo que es Santa Marina.
Pero el Domingo de Resurrección también se vive intensamente en Triana. Hay que acudir al viejo arrabal, donde el Cristo de la Expiración y el Nazareno de la O reciben a los fieles expuestos a la veneración. La pandemia se ha llevado por delante los besos, pero nunca podrá robar la inmensidad del Crucificado de Gijón bajo la cúpula de su basílica, ni la ternura del Nazareno de manos entrelazadas ante la Virgen de la O.
El Domingo de Resurrección también es ver a la Virgen del Valle en la Anunciación acompaña
da de San Juan y la Magdalena, visitar la Judería para postrarse ante la Virgen de la Alegría en San Bartolomé; o encaminarse a San Antonio Abad, donde la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla celebra la misa del azahar, metáfora de la cofradía que renace de sus cenizas, este año sin pajes por la debida precaución.
En esta Semana Santa de la pandemia hemos podido disfrutar de algunas imágenes inéditas en el Domingo de Resurrección. Como ver a las Dolorosas del Socorro y la Merced en el presbiterio de la iglesia del Salvador; o a las Esperanzas, Macarena y Triana, vestidas de blanco. Bellezas arrebatadoras. En la calle Pureza, el pintor Ricardo Suárez hizo entrega a la corporación de un cuadro de la Resurrección del Señor. Realizada al óleo, sanguina y grafito sobre lino, con unas medidas 130 centímetros por 97, la obra es una representación de la iconografía de la Resurrección del Señor, apareciendo de manera mayestática como Salvator Mundi, en la que se pueden apreciar ciertas referencias a la tradición pictórica del Renacimiento. Jesús, con sus manos abiertas a modo de
La Esperanza Macarena y la Esperanza de Triana amanecieron de blanco
abrazo, acoge a los fieles para iniciar el camino hacia la vida eterna. El arco que dibujan los brazos y el rayo direccional ascendente que emana de la cabeza conforma un ancla, símbolo de la virtud teologal de la Esperanza, la Esperanza en la Resurrección.
El Domingo de Resurrección es también el día de realizar el balance de lo vivido. “La Semana Santa se ha saldado sin incidentes reseñables, con el cumplimiento generalizado de las normas anti-Covid-19 por parte de las hermandades y los establecimientos de hostelería, y con el éxito de la programación especial diseñada desde el Ayuntamiento para apoyar a los distintos sectores económicos perjudicados por la suspensión, por segundo año consecutivo, de las procesiones y la ausencia de turistas por las limitaciones a la movilidad geográfica”, destacó el delegado de
Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera.
Entre el Viernes de Dolores y el Sábado Santo se gestionaron 2.056 incidencias, pero sólo el 5% estaban vinculadas a la Semana Santa. La Policía Local interpuso 425 denuncias por beber alcohol en la calle (botellona), 195 por no llevar la mascarilla y otras 169 por incumplir el toque de queda. Se realizaron 250 inspecciones en establecimientos comerciales y hosteleros, con 56 denuncias por diversos incumplimientos y 6 precintos, se practicaron 68 intervenciones sobre la venta ambulante, con 9 denuncias y 5.100 artículos requisados, y se tramitaron 46 denuncias por ruido con el objetivo de garantizar el derecho al descanso de los vecinos. Se practicaron, asimismo, 549 pruebas de alcoholemia, con 39 positivas, y 36 de drogas, con 10 positivas. Y, por último, desde el Grupo Diana se gestionaron 61 actuaciones de control y seguimiento de violencia de género.
Cabrera hizo especial mención a la labor de la Policía Local y Protección Civil a la hora de organizar junto con las distintas hermandades la afluencia de personas a los templos durante toda la semana para así garantizar el cumplimiento de las normas : “Se ha dado todo un ejemplo al igual que, salvo excepciones, en las terrazas de veladores de la hostelería sevillana, a la que se ha dado un balón de oxígeno después de tantos meses de pandemia”.
Con respecto a Protección Civil, el delegado quiso trasladar expresamente una felicitación a su equipo de voluntarios por el respaldo prestado en apoyo al resto de cuerpos y, además, en la asistencia a las hermandades. Desarrollaron una formación específica de equipos de autoprotección con las hermandades, con 70 participantes, realizaron 210 apoyos en la ordenación de las colas en los templos y participaron con los bomberos en el diseño de los accesos, al tiempo que dieron apoyo a la Policía Local en 140 actuaciones y a los servicios sanitarios en otras 15. En el conjunto de la Semana Santa, las asistencias sanitarias ascendieron a 135.
“A todos los servicios y áreas municipales que han participado quiero trasladarles mi felicitación, puesto que todo ha transcurrido con normalidad y confiamos en que la próxima Semana Santa 2022 sea realmente la que todos queremos”, concluyó el delegado, Juan Carlos Cabrera. Para ello faltan 370 días.
En San Antonio Abad se celebró la tradicional misa del azahar, aunque sin pajes