Culmen a 17 años de Europa
● El logro de Lopetegui es la decimoséptima clasificación europea del Sevilla y la octava para Champions desde el gol de Julio Baptista en 2004
El logro del Sevilla de clasificarse para la Liga de Campeones con cinco jornadas de antelación ya es suficientemente elevado para ser considerado por sí mismo. Pero también la culminación de una trayectoria casi inmaculada de casi 20 años. Concretamente, es la octava clasificación para la Champions y la decimoséptima para Europa en el siglo XXI, desde aquel celebradísimo gol de Julio Baptista a Osasuna en la última jornada de la Liga 2003-04.
Mirando solamente las clasificaciones para el máximo torneo continental, hay que añadir un par de matices. En realidad se trata de la novena ocasión que el Sevilla jugará con los equipos más importantes del Viejo Continente, pues hay que sumar su participación en la Copa de Europa 1957-58, como subcampeón de Liga en la 1956-57, siendo vigente campeón de Europa el Real Madrid, a la sazón campeón de Liga aquella temporada.
Y, por otro lado, en lo referente a la Champions, se clasificó para jugarla en la Liga 2009-10 en la última jornada, in extremis, con un futbolista menos y aquel gol de chilena de Rodri en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, Almería. Pero aquella campaña la UEFA aún obligaba a jugar previa al cuarto de la Liga española y el Sevilla, contra pronóstico, cayó en agosto ante el Sporting de Braga. Fue el principio del fin del Antonio Álvarez, que había hecho campeón de Copa del Rey al Sevilla, ante el Atlético, cuatro días después de la heroicidad almeriense.
Hay otro matiz importante. Es la primera vez que el Sevilla se clasifica por vía liguera por dos años consecutivos, como cuarto con 70 puntos en la pasada Liga 2019-20 y ahora, de momento, como cuarto y ya habiendo sumado los mismos 70 puntos. Y también es la primera vez que lo hace con tanta antelación. En la 2008-09 fue tercero, con 70 puntos también y logró el billete en la penúltima jornada ante el Deportivo, con gol de Perotti en los últimos instantes.
La primera clasificación para la Champions fue de la mano del lanzado Sevilla de Juande Ramos en la histórica campaña 2006-07, en la que, tras ganar la UEFA en Glasgow, terminó tercero con 71 puntos, disputando el título de Liga hasta la penúltima jornada y ganando luego la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu. Pero tuvo que jugar previa en la 2007-08, ante el AEK de Atenas.
Luego llegó la referida en 2009, en la segunda temporada de Manolo Jiménez. E inmediatamente la de 2010 con Álvarez y aquel gol de Rodri. Desde entonces ya habría que esperar al trienio mágico de 2015-2017, cuando el Sevilla se clasificó tres veces consecutivas. Las dos primeras, tras ganar la Europa League ante Dnipro y Liverpool, siendo el primer equipo europeo en aprovechar el nuevo bonus con que la UEFA premiaba al campeón de su segundo torneo, y la tercera vez quedando cuarto, aunque hubo de jugar previa en la temporada 2017-18, muy sufrida por cierto, ante el Basaksehir.
En las clasificaciones europeas hay que matizar también otra cosa. De las 17 clasificaciones, 16 fue por méritos deportivos, con clasificaciones en la Liga siempre por encima del séptimo puesto. Y una fue por el fair play financiero. El Sevilla quedó en la Liga 2012-13, en cuyo ecuador relevó Unai Emery a Míchel, noveno con 50 puntos, exactamente igual que en la 2011-12, temporada del relevo de Míchel por Marcelino, que quedó tocado tras ser eliminado el Sevilla ante el Hannover 96 en la previa de la Europa League. El Sevilla se aprovechó de la fraudulenta gestión económica de Málaga y Rayo Vallecano en 2013 y terminaría ganando la UEFA Europa League en Turín de la mano de Unai Emery en 2014.
Así, es la primera vez que se mete en Champions de forma consecutiva y por vía de la Liga. He ahí el mérito tremendo de Lopetegui, con el añadido de que apenas tuvo el equipo descanso en verano.