Notable presencia sevillana en la exposición
En la muestra Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España podrán admirarse algunas obras de gran valor que se conservan en Sevilla. Las dos últimas anunciadas son la Virgen de Copacabana, que se conserva en la iglesia del convento de Madre de Dios; y el Cristo de la Vera Cruz de la iglesia de San Pedro de Carmona. La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico dio el pasado miércoles el visto bueno para restaurar ambas tallas antes de su viaje a Madrid. Además, en reuniones anteriores, ya se aprobó el traslado de otras obras conventuales sevillanas. Concretamente, también viajarán el lienzo de la Divina Pastora del convento de Capuchinos y una pintura de la Virgen de Copacabana conservada en el convento de Santa María de Jesús.
creador de uno de los talleres más activos, prolíficos y complejos de su época”. Revela que fue “amigo y protegido de las altas autoridades de la capital del virreinato de la Nueva España, de las principales órdenes religiosas y sobre todo de la aristocracia criolla”. Y cuenta que “con cierta frecuencia salen a la luz en España obras de su mano o taller, mas, suelen ser obras sueltas, nunca una serie de esta envergadura, cuya presencia alcanza aún mayor relieve si pensamos que la única existente y documentada hasta ahora, que perteneció a una ilustre familia murciana,
La exposición estará abierta al público del 5 de octubre de 2021 al 13 de febrero de 2022
desde hace unos años se encuentra dispersa e incluso algunos lienzos en paradero desconocido”, finaliza.
Juan Manuel Fernández, hermano mayor de la Mortaja, celebra la “sorpresa” de que hayan seleccionado dos obras del templo para una muestra de esta envergadura. No duda en afirmar que esta cesión “pone en valor el patrimonio de la hermandad” y ya resta los días para que a finales del verano vengan a por ellas para trasladarlas a Madrid. Hasta entonces, podrá seguir disfrutando todos los que visiten el templo de la calle Bustos Tavera la revalorizada serie de pinturas marianas al completo. Tanto las dos protagonistas que saldrán hacia Madrid como las otras diez pinturas que decoran las paredes del antiguo convento de la Paz.