La primera calle para combatir el cambio climático abre en un año
● Sevilla estrenará en 2022 un espacio transformado de la Expo del 92 con una sistema innovador que baja la temperatura de manera natural
El proyecto puede sonar algo fantástico, pero ya tuvo un antecedente en la ciudad hace casi 30 años: el microclima que alivió las calles de la Expo del 92. Ahora, la idea es más compleja y completa y permitirá que la isla de la Cartuja tenga una avenida transformada y adaptada al cambio climático, una “zona atemperada” donde el termómetro no subirá por encima de los 25 grados y que permitirá recuperar un espacio infrautilizado para el disfrute de la ciudadanía. La iniciativa se llama Cartuja Qanat y, aunque arrancó hace tres años consiguiendo ya un reconocimiento en Bruselas, es ahora cuando la obra civil se inicia para que la nueva plaza y el edificio que transformará puedan inaugurarse dentro de un año.
La puesta de largo de este ambicioso e innovador proyecto urbano tuvo lugar ayer en la calle Thomas Alva Edison, dentro del recinto del Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja, que se consolida como un laboratorio urbano en el que Sevilla ensaya e impulsa ideas para convertirse en un referente mundial en la lucha contra el cambio climático y la mejora de la habitabilidad.
El proyecto cuenta con cinco millones de financiación y está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de la Iniciativa Urban Innovative Actions, quien aporta el 80%. El proyecto está liderado por el Ayuntamiento de Sevilla y participan en él seis socios: Emasesa, la Gerencia de Urbanismo, el PCT Cartuja, la Universidad de Sevilla, el Instituto Eduardo Torroja del CSIC y la Fundación Innovarcilla. Una alianza que también es novedosa y que pretende involucrar, además, tanto a las instituciones públicas como a los científicos y los estudiantes que conviven a diario en este recinto.
Y éste es ya en sí un objetivo del proyecto. Otro, recuperar un espacio, el situado justo detrás de la Facultad de Comunicación, y acondiconarlo para que la calle sea habitable y se convierta en un dinamizador social. La intención es exportar luego esta experiencia a otros puntos de la ciudad. El primero será la avenida de la Cruz Roja donde Cartuja Qanat se extrapolará y se probará dicho sistema en una parada de autobús climatizada y en una “estancia” para que la gente que espera la salida de los niños del colegio Arias Montano pueda refugiarse. También habrá otro lugar refrigerado en el colegio, según ha adelantado el consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop.
En definitiva, se trata de ir construyendo ecosistemas de innovación sostenibles. Y la estrategia del gobierno municipal de Juan Espadas es ir aportando soluciones locales para problemas globales como el cambio climático.
¿Por qué Qnat?
El proyecto innovador y tecnológico toma el nombre de un invento de los persas. El qanat no es más que una galería subterránea que capta agua y la transporta. La que se construirá en la avenida Thomas Alva Edison tendrá 40 metros de largo y permitirá la instalación de un sistema que mantendrá una temperatura estable en la zona.
La mayoría del estrés térmico en el espacio urbano durante el verano procede de la radiación solar, por lo que este sistema persigue proporcionar sombra y reducir la temperatura de las superficies y del aire. ¿Cómo? Usando tecnologías de enfriamiento asociadas a sumideros medioambientales, esto es, por medios naturales. Este sistema natural de enfriamiento consistirá en producir agua fría y almacenarla en qanats durante la noche y durante el día producir aire frío para enfriar las superficies con esa agua almacenada. Además se crearán zonas verdes, cubiertas vegetales, que funcionarán también como sumideros. Esto hará que regresen a la Cartuja las pérgolas, además de cubiertas vegetales, jardines verticales y un pavimento de adoquín jardinera.
Toda esa innovación está probada ya en laboratorios, según comenta Servando Álvarez, director del grupo de Termotecnia de la Universidad de Sevilla y coordinador del proyecto. Y se aplicarán en una avenida que queda configurada en torno a tres grandes espacios.
Por un lado, el anfiteatro que fue utilizado durante la Expo 92 como quiosco de espectáculos. Tiene forma semicircular y capacidad para 200 personas. Se sitúa en depresión respecto al nivel de la avenida para minimizar la entrada de aire exterior. Durante el día el aire se enfriará mediante el uso del agua del estanque y de los qnats y se distribuirá a través del frente del escenario y los peldaños de las gradas, creándose una especie de “lago de aire” a baja temperatura. Otro de los enclaves donde se actuará es el zoco. Es un espacio de nueva creación con forma rectangular de 750 metros cuadrados para espacios múltiples. Al estar dos metros bajo el nivel de la avenida se minimizará la entrada de aire exterior y, además, contará con unas barreras semitransparentes. El tercer elemento de esta isla atemperada es un espacio abierto, lineal, con mobiliario y zonas verdes que unirá la calle Leonardo da Vinci y el anfiteatro.
Más que un espacio de ocio
Cartuja Qanat también albergará una incubadora de proyectos empresariales liderada por el PCT Cartuja con el objetivo de contribuir al desarrollo de proyectos e iniciativas que logren avanzar en un modelo de sostenibilidad. Se priorizarán intervenciones relacionadas con la calidad del aire, la gestión del agua, la movilidad y las energías renovables. Los proyectos seleccionados contarán con una labor por parte del PCT Cartuja consistente en formación, mentoring, acceso a financiación, testeo de pilotos y aprovechamiento del ecosistema del PCT Cartuja.