Absueltos cuatro policías de lesiones por el “relato elaborado” de la víctima
● El tribunal no aprecia credibilidad en el denunciante, que pedía 9 años de cárcel a los agentes
La Audiencia de Sevilla ha absuelto a cuatro policías nacionales que se enfrentaban a una petición de la acusación particular de nueve años de prisión por delitos de detención ilegal, contra la integridad moral y lesiones, porque el tribunal no ha dado la suficiente credibilidad al “relato elaborado”, realizado “ad hoc” por la presunta víctima, que era la única parte acusadora, dado que la Fiscalía había solicitado la absolución de los funcionarios.
La sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia, a la que tuvo acceso este periódico, da la razón a la Abogacía del Estado, que representaba a dos de los agentes, y a los abogados Javier Carnerero y Matilde López, al considerar el tribunal que los hechos denunciados no son constitutivos de delito por las “importantes y racionales dudas” sobre la comisión de los mismos.
Los hechos se remontan a hace 12 años, en concreto, a la madrugada del 6 de junio de 2009, cuando tres amigos, entre ellos la presunta víctima, A. R. S. –abogado de Madrid que en el juicio ha ejercido personalmente la acusación– se dirigieron a la discoteca Casino en la avenida de María Luisa. Uno de los acompañantes fue requerido por el servicio de seguridad del local para que saliera al exterior y sus amigos también salieron para interesarse por lo que estaba ocurriendo.
El tribunal declara probado que A. R. S. pidió “explicaciones de forma alterada, por lo que se les invitó a los tres a que se fueran del establecimiento”. Entonces se produjo una discusión con los porteros y ante la negativa a irse, llamaron a la Policía. Este joven., dice el fallo, seguía “nervioso y muy alterado por causas desconocidas (incluso tuvo un incidente con un miembro de la seguridad por un móvil con el que pretendía grabar)”. Y a la llegada de la Policía, A. R. S. se negó a identificarse mientras con el móvil hacía ademán de estar grabando la secuencia, “al tiempo que decía inconvenientes verbales y manifestaba que los porteros de la discoteca le habían pegado”.
Los agentes insistieron en que se identificara, a lo que se negó de nuevo, no colaborando, por lo que los antes lo engolletaron “usando la fuerza mínima imprescindible ante la actitud obstruccionista mostrada”. Opuso tanta resistencia que incluso cayó asuelo en una zona de albero, siendo finalmente conducido a la comisaría de Blas Infante para su identificación, y tras ser identificado, salió de la comisaría y con sus amigos se dirigió hasta la comisaría Centro de la
Los jueces dicen que hay una “idea apasionada” de la presunta víctima por convencerles
Alameda para denunciar lo que consideraba malos tratos de los porteros y “abuso policial”.
En esta comisaría, a la que llegaron sobre las 05:55, A. R. S. volvió a coincidir con los agentes que habían estado en la discoteca y se produjo una nueva “discusión”, abandonando la comisaría unos 15 minutos después y dirigiéndose al Hospital Virgen Macarena donde hizo consta que tenía erosiones, policontusiones y esguince cervical.
La Audiencia ha absuelto a los agentes por la falta de credibilidad del testimonio del denunciante. “No nos transmitió credibilidad en su versión de los hechos, sino una idea apasionada de convencer al tribunal de que decía la verdad, que produjo el efecto contrario”, avisa la Sala, que señala que “es increíble la abundancia de datos que aporta el denunciante a pesar de que han transcurrido 12 años”.