Sublime melodía
● Juan de Beatriz publica un primer poemario que deslumbra, ‘Cantar qué’
LLENO de hallazgos, aciertos e imágenes sobresalientes. En Cantar qué, Premio de Poesía Emilio Prados, se nota el cuidado de la palabra, el trabajo de la expresión, una imaginación que asombra. No es casual que el libro se inicie con una cita de Gamoneda: “Hay una especie de interés equivocado en comprender la poesía como se puede comprender el Boletín Oficial del Estado. La poesía es otra lengua (…) ¿Cómo se comprende un fruto? Un fruto usted lo experimenta con los sentidos...”. Juan de Beatriz viene de la escuela de García Valdés, de Valente, pero en él se percibe una depuración de cierto hermetismo que quizá lo sitúe en otros ecos.
En cualquier caso, no sé si estas disquisiciones importan cuando leemos: “Nada humano existe / para medir la extensión / que ocupan nuestros cuerpos al amarse. // Su larguísima herida horizontal / su fracturado eclipse / multiplicando la noche”. Cuantísima exactitud en la imagen y qué magistral la expresión. La medida relación semántica entre el amor, la herida, la fractura, la noche. Ese eclipse que es la relación sentimental en medio de la oscuridad. Lo de siempre contado desde una nueva óptica.
Se siguen leyendo versos para subrayar: “vivir es meditar el precipicio”. O el cierre de Ceguedad, que tanto recuerda a Autobiografía, de Luis Rosales: “Así te he venido queriendo yo / como ciego que viese / cada día la luz por vez primera”. De antología el poema en prosa Scriptorium. El autor lleva consigo toda una estirpe de siglos. De Virgilio a Bolaño. Garcilaso, Manrique, Cernuda, Kavafis. No se puede más que recomendar Cantar qué con entusiasmo. Un libro que descubre a un poeta joven que lleva una sublime melodía. El canto de siempre, pero que suena distinto. Atemporal y novedoso.
‘Cantar qué’ Juan de Beatriz. Pre-Textos. Valencia, 2021. 88 páginas. 15 euros