“Si viajas al pasado puedes ver el futuro”
● La banda tiene “material de navegación nuevo” y presenta el viernes en la Sala X su disco ‘Phantasmaville’
Más que una banda de rock al uso, Capsula –con o sin tilde, va en gustos– es una serpiente de dos cabezas que se mueve entre los pantanos del punk, la psicodelia, el glam, y clava sus afilados colmillos de forma ecléctica aunque no indiscriminada tanto en Bo Didley y Spinetta como en Lynch y Cocteau. La formación compuesta por Coni Duchess, Martin L. Guevara y Álvaro Olaetxea presenta el viernes en la Sala X su decimotercer disco, Phantasmaville, del que nos habla Coni. –No recuerdo si otras veces han hecho giras en las que primasen las canciones nuevas. ¿Que ocurra esto supedita de algún modo la forma o el fondo del concierto? ¿Qué va a ofrecer Capsula en Sevilla?
–Será un concierto especial. Tocaremos las canciones de Phantasmaville al completo, más una selección de canciones de toda nuestra discografía anterior. También tendremos algunas sorpresas e invitados especiales que admiramos muchísimo como Alvaro Suite y Esteban García. Será una noche inolvidable. –Kiko Veneno compuso una canción llamada Días raros sobre la observación de una ciudad vacía, fantasma. El disco de ustedes lleva ese título de Phantasmaville, así como una de las canciones que incluye, Ciudad fantasma. En su canción Kiko termina acostumbrándose a la situación e incluso la llega a disfrutar; no parece el caso de ustedes...
–Qué genial. En Capsula somos un grupo de carretera y muchas veces las ideas de las canciones surgen desde la visión a través de la ventana de la furgoneta, con el sonido del motor y nosotros como espectadores. Esta vez, desde la ventana estaba todo quieto y en silencio. Fue un momento Blade Runner, donde los fantasmas de los que hablamos son más bien fantasmas del futuro, hologramas que podrían surgir desde aparatos electrónicos. Invadió lo irreal. Nos imaginamos entonces al músico y cantante argentino Moris observando esa situación y escribiendo una canción, un rock and roll malevo. A partir de ahí notamos cierta posibilidad de ubicarnos en cualquier parte del tiempo, ya que hubo una momentánea confusión con la duración de los días y las noches… esa confusión la tomamos como una experiencia nueva, una apertura a algo, con lo cual en ese sentido coincido con el gran Kiko Veneno, es posible disfrutar el viaje en el tiempo. –¿Todas las canciones del disco son fruto de la pandemia, del miedo o la incertidumbre? Hablan de dolor, de que nadie nos escucha, de no poder sentirse libre, de soledad, de fracaso… –Cuando escribimos las canciones dejamos correr las palabras, los sonidos, las onomatopeyas. Y al escribir juntos en colaboración surrealista se mezclan las visiones. Con el tiempo ya nos conocemos y sabemos que las letras de Martín son súper oscuras y hablan de sensaciones y experiencias a veces asfixiantes. Mis contribuciones a las letras siempre son desde personajes ficticios e imágenes, prestándole mucha atención a las sílabas y sus sonidos, más que al significado de la letra. Son distintas formas de expresarse uno y otro, pero esa combinación extraña da un resultado que es Capsula. Como juntar un pájaro con un reptil y tenéis un dragón volador. Así escribimos.
–En el disco anterior, Bestia
rium, hablaban de bestias imaginarias, más cercanas a ese dragón volador que mencionaba. Esos monstruos, ¿se volvieron reales con la pandemia?
– Bestiarium fue premonitorio en la temática, con un sonido post-punk y psicodelia oscura. Inclusive durante los conciertos antes del pogo decíamos: Somos la última generación en la tierra que podemos tocarnos. No pensamos que eso cambiaría en los meses siguientes, pero es
una muestra más sobre cómo las bestias imaginarias pasan a ser reales. De alguna forma estamos viajando en el tiempo constantemente, sobre todo al escuchar música. Son nuestros gusanos negros. Sobre eso iba también Bestiarium: si viajas al pasado puedes ver el futuro, aunque sea con los ojos entreabiertos y escuchando rock’n’roll. –¿Este disco es un exorcismo para expulsar a las bestias del interior?
–Con Phantasmaville vamos a más, entendemos algo sobre bestias. En este disco ya tenemos brújulas, hemos redibujado mapas, estamos con material de navegación nuevo. Y esa idea de navegación nos separó de la costa con sonidos y guitarras surf como si se tratase de un viaje desde la Patagonia hacia México por el Océano Pacífico. Y mucho ritmo con los parches de la batería. –Aquí ha madurado el hard-rock presente en Bestiarium. ¿Buscan mantener ya un hilo conductor reconocible disco a disco?
–La evolución de disco a disco se da de una forma natural, ya que mantenemos el espíritu de búsqueda incansable, de sonidos y conceptos. Después de tantos años y trece discos creemos que hemos logrado un sonido identificable y personal. –Despidamos la charla hablando del futuro. ¿Qué espera usted de él?
–Más viajes en el tiempo. El futuro lo es todo, a veces pensamos que estamos viviendo en el futuro. ¡Nos vemos en la Sala X!