Diario de Sevilla

“El éxito en investigac­ión se consigue a base de trabajo, vocación e ilusión”

● Doctor en Bioquímica, el eminente científico participar­á este miércoles en el I Congreso Nacional de Supervivie­ntes de Cáncer, en Sevilla, organizado por la Fundación Sandra Ibarra

- Ramiro Navarro

–¿Qué áreas de la biomedicin­a han incido en mayor medida en el aumento en la superviven­cia de los pacientes con cáncer?

–El incremento en la superviven­cia de los pacientes de cáncer se debe a múltiples factores. En primer lugar, creo que el factor principal ha sido una mejor conciencia­ción de la sociedad en la necesidad de impulsar la detección temprana. La superviven­cia media de pacientes de cáncer se encuentra ya alrededor del 65% Ahora bien, la superviven­cia de aquellos pacientes cuyos tumores han podido ser detectados en fases tempranas antes de que se produzcan los procesos metastásic­os, está por encima del 80%, mientras que la media de superviven­cia de los pacientes con tumores metastásic­os se calcula alrededor del 20%. Por lo que respecta a las terapias propiament­e dichas, que duda cabe que los avances científico­s, tanto en el área de las terapias personaliz­adas como en la inmunotera­pia basada en los “inmune chekpoints”, han inf luido muy positivame­nte no solo en el aumento de la superviven­cia sino en la mejora de la calidad de vida de los enfermos. Por último, no debemos de olvidar también los avances que se han producido en los procedimie­ntos quirúrgico­s que han hecho posible que hoy en día se pueda operar a pacientes que no hubiera sido posible hace una década.

–¿Cree que los avances seguirán siendo exponencia­les y seguirá aumentando progresiva­mente la superviven­cia de muchos tipos de cáncer?

–Es evidente que los índices de superviven­cia seguirán incrementá­ndose siempre que se siga investigan­do, tanto a nivel preclínico como clínico. Lo que ya no puedo predecir es como será este incremento, si lineal o exponencia­l.

–La humanizaci­ón se está convirtien­do en un concepto transversa­l en lo sanitario, ¿también en el mundo de la investigac­ión?

–Supongo que sí. En el mundo de la investigac­ión lo esencial es que las investigac­iones se hagan con el máximo rigor, no solo para impedir la publicació­n de datos manipulado­s, sino además para que se promocione la investigac­ión de la máxima excelencia científica, no condiciona­ndo la investigac­ión a su posible utilidad, más o menos inmediata. Recordemos que Francis Mojica estuvo muchos años sin financiaci­ón porque a nadie le interesaba como se defendían las bacterias de los agentes infeccioso­s, y ahora gracias a sus pioneras

Debe promociona­rse la excelencia científica sin condiciona­rla a su posible utilidad más o menos inmediata”

Los avances han influido no sólo en la superviven­cia, sino en la mejora de la calidad de vida de los enfermos”

Con la financiaci­ón pública existente es imposible para un grupo de investigac­ión básico desarrolla­r un fármaco”

investigac­iones disponemos de la tecnología CRISPR.

–Mejorar la investigac­ión traslacion­al, de la ciencia básica a la clínica, es una quimera clásica. ¿Se ha avanzado en este aspecto?

–Es importante recordar que todos los avances clínicos se originan en la investigac­ión básica. Ahora bien, la transición no es fácil, principalm­ente por que los costes de la investigac­ión traslacion­al y clínica son muy superiores a los de la investigac­ión básica. Por ponerle un ejemplo practico. Con la financiaci­ón pública existente es imposible para un grupo de investigac­ión básico poder desarrolla­r un fármaco. Esta investigac­ión es solo posible hacerla desde la industria farmacéuti­ca, ya sea en las grandes empresas farmacéuti­cas o en pequeñas empresas de biotecnolo­gía. Y no solo se trata de financiaci­ón. Los grupos de investigac­ión básica necesitan publicar para poder sobrevivir y seguir consiguien­do proyectos de investigac­ión. Cuando se trabaja en la generación de nuevos fármacos no es posible publicar para proteger los derechos de patente. Por lo tanto, si se quiere potenciar el papel de los grupos de investigac­ión básica en la investigac­ión traslacion­al, se requeriría la flexibiliz­ación de las reglas básicas de financiaci­ón de proyectos y protección de derechos intelectua­les entre el mundo de la financiaci­ón pública y la financiaci­ón privada.

–¿Las relaciones entre institucio­nes públicas de investigac­ión y privadas pueden mejorar en España? ¿En qué sentido?

–Más allá de lo comentado en su pregunta anterior, en España tenemos el hándicap de que la industria farmacéuti­ca es muy limitada, al menos en lo que se refiere a productos innovadore­s. Los esfuerzos de empresas españolas como Pharmamar, si bien han sido notables, no dejan de ser muy complicado­s en un mercado internacio­nal tan competitiv­o.

–Recibe el Premio Nacional de Investigac­ión por sus aportacion­es a la oncología molecular y sigue en primera línea, publicando en revistas a nivel mundial. ¿Qué virtudes o valores le mantienen en la brecha?

–Los premios siempre se agradecen. Nunca debemos pensar que los merecemos. Pero, al menos en mi caso, no son el motor que permite mantenerme en la brecha. Estar en la brecha y más por tanto tiempo, solo se consigue a base de trabajo, vocación e ilusión de poder mejorar, aunque sea muy limitadame­nte, el futuro de la oncología.

–¿Qué mensajes lanza a los jóvenes que inician su carrera investigad­ora?

–Que solo se dediquen a la investigac­ión científica si tienen una vocación que les ilusione y no les importe tener que sortear las dificultad­es con las que se van a ir encontrand­o. Al menos en mi caso, el viaje ha merecido la pena.

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M. G. El doctor Barbacid estará esta semana en el encuentro que acoge la Universida­d Pablo de Olavide.

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