Luna de sangre
BIBLIOTECA CONAN. LA ESPADA SALVAJE DE CONAN, 14
Roy Thomas y otros. Panini. 200 páginas. 22 euros.
El protagonista gráfico del tomo décimo cuarto de la colección Biblioteca Conan. La Espada Salvaje de Conan es el excelente artista filipino Tony De Zúñiga. Junto con Alfredo Alcalá y Ernie Chan, De Zúñiga formó el triunvirato de entintadores más característicos de las historietas marvelitas de Conan en la década de 1970, y, de los tres, fue el último en subirse al carro. Si Alcalá se distinguió por la complejidad de sus tintas y sus fondos detalladísimos y Chan aportó volumen y cierta dulzura a los lápices con los que trabajó, el acabado de De Zúñiga posee un mayor realismo y ofrece un contraste más acusado de las figuras y los fondos, al tiempo que incorpora tramas mecánicas, lo que añade un toque de modernidad a las páginas.
Los tres lograron completar de forma magistral los lápices del puñado de dibujantes que se encargaron del bárbaro en aquellos años, muy especialmente los de John Buscema, y cada uno trajo a sus aventuras un sabor particular, lo que provocó (y sigue provocando) un debate sobre cuál de ellos fue el mejor del lote.
Volviendo al tomo en cuestión, De Zúñiga se encarga de las tintas de los tres episodios principales, dibujados a lápiz, consecutivamente, por Sal Buscema, su hermano John y Ernie Colon. Son los números 44 a 46 de The Savage Sword of Conan, publicados originalmente en 1979, o sea, los episodios: La estrella de Khorala, La gema de la torre y Luna de sangre. Todos están escritos por Roy Thomas, que seguía buscando cualquier texto literario o pastiche que versionar, visto que los de Howard se le iban agotando. En esta ocasión, usa un relato de Björn Nyberg y L. Sprague de Camp, y otros dos del propio De Camp y Lin Carter, lo que garantiza una solidez argumental y un tono respetuoso con la naturaleza del cimerio.
Como siempre, los tebeos se completan con los diversos artículos y secciones publicados en las viejas revistas de Marvel, más la reproducción a color de las siempre i mpactantes cubiertas (nada menos que de Bob Larkin, Nestor Redondo y Earl Norem).