Da igual el rival, no emociona
● Los de Sampaoli superan al modestísimo Velarde sin acelerar nunca el ritmo con dos goles de Nianzou y Mir
y lo que se le pedía, el equipo que entrena Jorge Sampaoli pasó la primera eliminatoria de Copa ante el modestísimo Velarde, con el que el argentino sumó su tercera victoria desde que ocupó el sillón de Lopetegui, cada una en una competición diferente.
Con eso bastaba para no generar un nuevo terremoto y pensar en qué puertas se van a abrir en el parón para salir de la habitación del terror en la que entró la sociedad. Con eso bastaba para que la bola del Sevilla esté en el sorteo del miércoles, porque, como cabía esperar con casi la mitad de la plantilla pensando en el Mundial y la otra mitad en las minivacaciones, la imagen ofrecida en el concurrido estadio municipal de La Maruca no cursó ninguna solicitud de nuevo socio. Y es que al ritmo que juega este Sevilla, incluso frente a futbolistas que si lo son es por su dedicación en sus ratos libres, no es precisamente del que hace afición.
Dominó el control del juego –faltaría más–, pero no apretó el acelerador nunca, sus jugadores apenas regalaron un sprint en todo el partido y se ampararon en un cabezazo de Nianzou al que dejaron solo en una falta de coordinación defensiva para dejar pasar los minutos y jugar con la inoperancia y la impotencia de los locales, a los que la ilusión nos les daba para pasar de medio campo ante un equipo con mucha presencia de efectivos arriba, pero sin preocuparse por generar espacios. Y hasta dio pie a que el Velarde se estirara en la segunda parte en dos acercamientos, uno de los cuales acabó en un disparo de Menaut, que pudieron haber ocasionado un susto sonoro.
Sólo muy al final, Jesús Navas hizo en una acción lo que Montiel no intentó en una hora en el campo, 1|
El Sevilla comenzó con brío y convirtió al meta Manrique en el héroe local hasta que a la media hora marcó Nianzou el 0-1 2|
Los de Sampaoli se relajaron y el partido decayó mucho en cuanto a ritmo, sobre todo durante la segunda parte 3|
La salida de Jesús Navas sacó el pleito del aburrimiento y una jugada suya fue origen de la sentencia de Rafa Mir
un pequeño pique de piernas para poner un balón que Rafa Mir metió entre los tres palos. Pleito resuelto.
Ya sólo quedaba olvidar lo sucedido y pensar a partir de ahora en lo mucho que hay que corregir. Y métase en el saco también a un Sampaoli que igualmente tiene su responsabilidad y sus obligaciones en todo esto.
El argentino no hizo cosas raras en la alineación titular. Sólo la presencia de Kike Salas como lateral izquierdo podía llamar la aten