EUFORIA EN EL PSOE
EL sanchismo ha vivido con euforia la jornada de protesta contra la presidenta madrileña por su política sanitaria. La manifestación fue multitudinaria, masiva, se equivoca Isabel Díaz Ayuso al infravalorarla. Es verdad que estaba muy instrumentalizada por la izquierda, sobre todo por un PSOE que necesita con urgencia un motivo para salir del deterioro de imagen que sufre desde que Feijóo se hizo cargo del PP; por no mencionar el golpe que recibió cuando en las últimas elecciones madrileñas tuvo un resultado catastrófico con menos de la mitad de escaños que Ayuso y menos votos incluso que el partido de Iñigo Errejón. Pero se equivoca Ayuso al analizar desdeñosamente la asistencia de la manifestación porque es evidente que no sólo se movilizaron personas muy escoradas hacia la izquierda, sino también un número considerable de ciudadanos que consideran que algunas de las decisiones del Gobierno de Ayuso han provocado un deterioro de la asistencia en los centros de Atención Primaria. Probablemente por la precipitación en poner en funcionamiento un nuevo plan sin medir suficientemente sus consecuencias.
La euforia socialista se puede pinchar como un globo, porque el problema de la sa
nidad madrileña no es consecuencia de una gestión del Gobierno regional, sino que se vive en todas y cada una de las comunidades: falta de médicos y enfermeras por el empecinamiento del Gobierno de no incrementar el número de plazas MIR para la sanidad pública. Y porque los salarios son muy inferiores a Portugal o Reino Unido.
Sánchez lleva tres años en el Gobierno, y entre sus muchos déficits de gestión se encuentra la sanidad, pues no ha hecho el menor esfuerzo por responder a las voces de alarma de los gobierno autonómicos preocupa
Si faltan médicos y enfermeras es por el empecinamiento del Gobierno en no incrementar el número de plazas MIR
dos por las miles de plazas sin cubrir. Ése es el problema, no la colaboración de la sanidad pública con la privada, y así lo dicen presidentes autonómicos socialistas y no socialistas.
El éxito de las manifestaciones del domingo no significa que la gente de Madrid esté deseosa de respaldar al PSOE con sus votos; menos aún con la candidata elegida, Reyes Maroto, a la que no conocen ni la décima parte de los madrileños y que además fue muy crítica con las medidas que tomó Ayuso durante la pandemia para impedir así el cierre de docenas de miles de negocios y mantener mínimamente el turismo.
Sánchez tiene mucha tarea por delante si pretende tener un gran resultado el 28 de mayo. Su egolatría le impide ver lo que ve todo el mundo: no hay español que no sepa que gobierna para satisfacer a los socios que le mantienen en La Moncloa. No gobierna para solucionar los problemas de los ciudadanos.