Diario de Sevilla

Recuperemo­s la importanci­a del pan

● La industria española de la panadería elabora panes cada vez más saludables

- ▼ FELIPE RUANO Presidente de Asemac

Inmersos en una preocupant­e tendencia inf lacionista al alza a lo largo de los últimos meses, la actual situación que vive el sector de la alimentaci­ón en España no es el escenario más estimulant­e para que un representa­nte de la industria salga a la palestra pública. Sin embargo, la conmemorac­ión del Día Mundial del Pan, que celebramos el pasado día 16 de octubre, es motivo más que suficiente como para aprovechar la onomástica recordando el importante papel que juega este alimento en nuestra alimentaci­ón y nuestra salud.

El pan es, junto con otros alimentos que proceden de los cereales, uno de los pilares de la valiosa herencia cultura que supone la Dieta Mediterrán­ea. Indispensa­ble para tener una dieta rica en carbohidra­tos, el pan nos da la energía necesaria para nuestras actividade­s diarias, aportándon­os fibra, minerales y vitaminas, caracteriz­ándose a su vez por un bajo contenido en grasa y en grasa saturada.

En estos días seguimos comproband­o cómo el consumo de pan en el hogar continúa descendien­do. En 2021 se consumiero­n un total de 1.391 millones de kilos de pan, lo que supuso en torno a los 30 kilos por persona y año. Las cifras de lo que llevamos de 2022 no son precisamen­te optimistas. Y es que durante los siete primeros meses del año se ha consumido un 11,5% menos de pan que en el mismo periodo de 2021. Teniendo en cuenta estas cifras, no está de más recordar que los especialis­tas en nutrición, aquellos a los que debemos escuchar con muy especial atención en toda aquello que tiene que ver con nuestra alimentaci­ón, aconsejan tomar entre cuatro y seis raciones al día de los alimentos incluidos en el grupo de cereales y derivados, entre ellos el pan.

En ese sentido, es importante recordar el compromiso de la industria española de la panadería con la elaboració­n y formulació­n de panes con perfiles nutriciona­les cada vez más saludables, respondien­do en todo momento a la demanda de los consumidor­es. Recienteme­nte recordamos además cómo nuestras empresas habían venido anticipánd­ose al nuevo límite de sal en el pan común promovido por la Norma de Calidad del Pan y que entró en pleno vigor el pasado 1 de abril. Concretame­nte de 1,31 gramos por 100 gramos de pan (13,1 g de sal por kilogramo de pan o el correspond­iente 0,52 g de sodio por 100 g de pan) si se analiza mediante determinac­ión de cloruros o de 1,66 gramos de sal por 100 gramos de pan (16,6 g de sal por kilogramo de pan o el correspond­iente 0,66 g de sodio por 100 g de pan), si se analiza mediante determinac­ión de sodio total.

Sobre este particular, es bueno recordar que nuestro sector panadero llevaba años abordando de manera voluntaria la reducción de los contenidos de sal y azúcar en sus productos, convencido­s de la necesidad de hacerlos más saludables para los consumidor­es. Muestra de ese compromiso es la adhesión y cumplimien­to, por parte de las empresas de nuestra organizaci­ón, al Plan de Colaboraci­ón

“Apostamos por el trabajo conjunto de toda la cadena de valor del pan”

para la mejora de la composició­n de los alimentos y bebidas, promovido por la Agencia Española de Seguridad Alimentari­a y Nutrición en el marco de la Estrategia NAOS. En el caso del pan envasado, se ha visto traducido en una reducción del 5% del contenido mediano de azúcar añadido en pan de molde blanco, pan del molde integral, pan tostado y pan tostado integral, además de una reducción de ácidos grasos saturados en los nuevos lanzamient­os y el incremento del uso de cereales completos (integrales) tanto en los nuevos lanzamient­os como en los productos ya presentes en el mercado que así lo han permitido, así como la reducción del tamaño de las rebanadas de pan envasado, reduciendo así el tamaño de las porciones en la medida de lo posible.

Sirvan también estas líneas para poner en valor el papel que juega la industria de la panadería en España, cuya aportación es esencial para que, cada año, puedan llegar a consumirse ese aproximado millón y medio de toneladas de pan en los hogares españoles. Los fuertes incremento­s de los costes energético­s y de las materias primas han hecho que nuestras empresas apuesten, cada vez más, por herramient­as que abunden en una mayor productivi­dad, con el fin de tratar de que esta situación afecte lo menos posible al consumidor final. A ello se suman distintos avances en materia de sostenibil­idad e innovación, a través del lanzamient­o de nuevas referencia­s, un aumento en el consumo de energías renovables, tanto en las fábricas como en la distribuci­ón de productos, o la apuesta por el suministro de materias primas de proximidad.

Por otro lado, hemos mantenido intacta nuestra apuesta por la promoción del pan y los hábitos de consumo saludable mediante la campaña Buenos días con pan de Europa a través de Organizaci­ón Interprofe­sional de Cereales Panificabl­es y Derivados (Incerhpan) a la que pertenecem­os. Apostamos por el trabajo conjunto de toda la cadena de valor del pan, como una de las vías para tratar de revertir el descenso en el consumo de este producto emblemátic­o que debe recuperar la importanci­a que siempre ha tenido en nuestra sociedad.

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FIRMA DEL FOTÓGRAFO
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