LA COPA EMPEZÓ COBRÁNDOSE VÍCTIMAS
DARDO envenenado la Copa del Rey a una bala por muy inferior que sea el rival. Otras veces ha sido mayor la escabechina, pero también hay víctimas insospechadas. En esta ocasión no ha habido sorpresas morrocotudas, ningún alcorconazo para entretenernos. El concepto alcorconazo se ha convertido en paradigma de lo que significa una eliminación de alcurnia, pero que le vayan con esa longaniza al Cádiz y al Almería.
El sistema copero es una ruleta rusa que divierte a toro pasado y sólo a los que pasan
Los de Rubi fueron barridos de la faz de la Copa en Carballino por un Alenteiro de Segunda RFEF. Dicen las crónicas que el resultado debió ser mucho más amplio que ese 2-0 que echó a los rojiblancos de la competición. Más doloroso fue lo del Cádiz, siempre por delante en Irún para ahogarse justamente al llegar a la orilla, en pleno descuento. A esta lista podríamos incluir a un Zaragoza que se desangra día a día para convertirse, junto al Dépor, en ejemplo de desdicha nacional.
Resolvió el Sevilla su compromiso ante un animoso Velarde cinco categorías por debajo del club de Nervión. Se tomó el envite como hay que tomárselo la tropa de Sampaoli, pero sin alardes y con una falta de gol que asusta con vistas al futuro. Sólo con el de Rafa Mir llegó la tranquilidad, el escudo que neutralizaría cualquier esaborición. Una tranquilidad que, por mucho que controlase el Sevilla aparentemente, posibilitó respirar hondo ante un rival demasiado inferior.
La Copa del Rey con este formato se hace más divertida, pero únicamente para los que solventan con autoridad sus compromisos. Los de mayor categoría suelen encontrarse frente a celadas en forma de patatales y rivales que no tienen mañana. Tiene mucho de ruleta rusa y eso, claro, divierte al que ve los toros desde la barrera. Ahora, a esperar a ver qué depara el sorteo de mañana en Las Rozas para un nuevo compromiso envenenado, pero eso será tras el Mundial.