Vuelven los andamios a la Giralda
● La restauración de la cara norte se acometerá tras la Semana Santa ● El Cabildo ha invertido más de 13 millones de euros en conservación desde 2016
Los andamios volverán a la Giralda tras la próxima Semana Santa. El Cabildo de la Catedral de Sevilla anunció ayer que retomará la restauración de la torre tras el parón ocasionado por la pandemia. La intervención en la cara norte, la que quedó pendiente, comenzará tras la Semana Santa y durará unos seis meses. El presupuesto asciende a casi un millón de euros, una cantidad más elevada que las del resto de las fachadas porque se encuentra en peor estado de conservación y porque en la intervención se aplicarán todos los conocimientos adquiridos en las tres actuaciones anteriores.
En estas tareas en la cara norte se va a aprovechar para revisar, y reparar si fuera necesario, todo el sistema de sujeción de las campanas. Este hecho está motivado tras detectarse en una de las revisiones periódicas que uno de los soportes de la campana Santa María la Mayor, la más grande del campanario, estaba sufriendo un proceso de oxidación que podía causar daños a la fábrica en la que se empotra. Se trata de unos apoyos muy particulares, resueltos con unas pletinas de hierro que forman una especie de vigas y que se cree que datan de la restauración de Fernández Casanova. Para subsanar esta deficiencia se hizo un reparación de emergencia que consistió en la instalación de un pórtico de perfiles metálicos para salvar el ancho de 2’15 metros de la galería y sobre el que se apoyó el soporte de la campana, liberando de carga al actual.
La Gerencia de Urbanismo concedió a la Catedral de Sevilla la licencia de obras para acometer la restauración de la cara norte de la Giralda en el verano de 2020. Estaba programada para el segundo semestre de ese año, con visos a finalizar en diciembre, pero los planes quedaron trastocados tras la declaración del estado de alarma y el cierre del templo.
La restauración de la Giralda comenzó en el verano de 2017, concretamente en su lado oeste, elegido en primer lugar por dar al interior del Patio de los Naranjos. Con un presupuesto de 339.168 euros, los trabajos se centraron en la limpieza, consolidación y reintegración de todos sus elementos.
Por primera vez, y gracias al gran andamio instalado en toda la superficie, los técnicos tuvieron acceso a todos los recovecos y elementos de la torre. Como publicó este periódico en primicia, se hallaron restos de la decoración primitiva almohade, en colores rojo y blanco; y se constató que los muros eran macizos de ladrillo, algo que se desconocía.
Tras la Semana Santa de 2018, los andamios regresaron a la Giralda, en este caso a la cara sur para su limpieza y consolidación. En otoño de 2019 se hacía lo propio con la fachada de la cara este, dejándose como testigo en un tono más oscuro, la zona inferior a la que estaba adosada la muralla. En todas las intervenciones se ha devuelto al conjunto parte de su cromatismo. El coste en estos casos fue el mismo.
La intención de los conservadores del Cabildo, una vez que hubiera terminado la intervención en la cara norte, era comenzar a revisar el cuerpo superior y el Giraldillo.
Los problemas de conservación en la epidermis de la Giralda fueron detectados gracias a las inspecciones periódicas que se realizan en todo el edificio. En las revisiones efectuadas en abril de
2014, marzo de 2015 y marzo de 2016, en la que se descolgaron especialistas por las fachadas, se constataron diversas anomalías en el campanario. Entre las afecciones que diagnosticaron, se encontraban las alteraciones cromáticas en los azulejos cerámicos, pérdida de materia, fisuras superficiales y grietas, humedades persistentes, alteraciones antropogénicas (como parcheos o chapados de mampostería), o la acción de agentes bióticos (como algas y musgos, líquenes, arbustos o plantas superficiales).
La gran obra que acomete actualmente el Cabildo es la rehabilitación integral de la parroquia del Sagrario de la Catedral, que ha pasado por distintos avatares desde su comienzo a finales de 2019. Se trata de una intervención importante encaminada a reparar los problemas de cimentación y las fisuras en todas las fachadas y bóvedas. La pandemia irrumpió de golpe los trabajos cuando la intervención estaba en una fase crítica, por lo que el Cabildo hizo un impresionante esfuerzo para continuar con la programación y llegar a un punto en el que las tareas se pudieran suspender con todas las garantías. La obra se detuvo junio de 2020.
Tras este parón obligado, los trabajos se retomaron a inicios de este año. Al presupuesto inicial de 1,6 millones de euros habrá que sumarle casi otro millón puesto que los trabajos han presentado diversos problemas que se han tenido que ir solucionando, como explicó ayer Jaime Navarro, arquitecto responsable de la conservación de la Catedral. Esta intervención estará terminada en torno a la Semana Santa, aunque no está garantizado que el templo se pueda reabrir para esta emblemática fecha.
El Cabildo dio a conocer ayer la nueva intervención en la Giralda y el estado de las obras en el Sagrario durante la presentación de la Memoria de Conservación. De 2016 se han destinado más de 13 millones en la conservación preventiva de la Catedral. Una intensa labor con la que se consigue mantener el edificio gótico en un perfecto estado y que evita la necesidad de acometer grandes y costosas obras. La inversión del Cabildo se ha mantenido estable durante este lustro, y sólo ha contado con un breve parón provocado por la pandemia y la consiguiente falta de recursos económicos. Una vez que se ha recobrado el pulso turístico, se ha vuelto a activar de manera determinante unas tareas que se nutren de los ingresos por la venta de entradas, una cantidad que ronda los 15 millones de euros al año.
“La Catedral es un referente en muchos aspectos, entre ellos la conservación preventiva. Hay unos equipos técnicos que se han mantenido y grandes, medianas y pequeñas empresas que ido conociendo los materiales con los que tratamos. Todo esto comenzó hace 30 años con la Magna Hispalen
sis. En esta memoria resumimos los últimos cinco años, incluidos los dos últimos de parón por la pandemia, que han sido difíciles de gestionar por la falta de ingresos, pero en los que no han dejado de hacerse cosas”, explicó Ana Isabel Gamero, responsable de la conservación de los bienes muebles de la Catedral durante la presentación. Gamero ha puesto de relieve la importancia de la conservación preventiva que se lleva acometiendo desde hace 30 años, cuando fue impulsada por el entonces Mayordomo Francisco Navarro.
En la memoria de actividades se detallan las principales actuaciones llevadas a cabo. Entre ellas, destacan por su inversión y duración en el tiempo, las intervenciones en las fachadas de la Giralda (tres años y 1,6 millones) y que en 2023 será completada; o la correspondiente a las fachadas renacentistas y la Capilla Real (1,9 millones y dos años). Además de estas obras en el edificio, se han acometido actuaciones en capillas, como las de San Pedro, San Andrés, Santiago o el Pilar; restauraciones de seis grande vidrieras, mejoras en la iluminación, la construcción de una galería técnica para ocultar los cables, reordenación de espacios, como la Sala del Tesoro; o restauraciones de esculturas (la propia Virgen de la Sede, titular de la Catedral); pinturas, etcétera.
“Independientemente de las grandes obras que se realizan, como ahora la Parroquia del Sagrario o las fachadas renacentistas, la idea de la conservación preventiva es actuar cada año para evitar que posteriormente tengamos que realizar intervenciones de mayor calado. Las tareas son, además, de difícil ejecución porque hay que compaginarlas con la actividad diaria del templo. La inversión de más de 13 millones revela el esfuerzo continuado que hace el Cabildo”, resaltó Jaime Navarro.
Por su parte, el deán de la Catedral y presidente del Cabildo, Teodoro León, incidió en la responsabilidad que tiene el Cabildo para conservar todo este legado: “Nuestros fines son la celebración de la liturgia pero también cuidar y velar por este gran patrimonio. La publicación que hoy presentamos es extraordinaria, pero su contenido es ordinario porque es algo que llevamos haciendo desde siempre”. El deán anunció que la intención es publicar la memoria de manera regular para que los ciudadanos conozcan todas las intervenciones y los grandes tesoros de la Catedral. “Tenemos una Catedral gótica pero que tiene que actualizarse al siglo XXI. A veces no es fácil”.