LA MISIÓN DE CELEBRAR LA VIDA
Sandra Ibarra tenía 20 años cuando se enfrentó por primera vez a la leucemia. Siete años después, cuando creía que estaba curada, la enfermedad volvió a repetirse con igual virulencia y, nuevamente, Sandra volvió a plantarle cara. Hoy, totalmente repuesta, dice que la lección principal que ha aprendido de esta experiencia es no darse nunca por vencida. Después de superar dos enfermedades, Sandra Ibarra dirige una Fundación que lleva su nombre. Con ella, trae hoy a Sevilla el I Congreso de Supervivientes de Cáncer, un proyecto pionero para dar voz a los dos millones de supervivientes de cáncer que se presume existen en España.