La mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres ha aumentado un 120%
● El principal problema que presenta esta enfermedad es que su diagnóstico médico, generalmente, no se realiza de forma precoz
ElDía Internacional del Cáncer de Pulmón, celebrado ayer, suele pasar inadvertido. La Sociedad Española de Atención Primaria, Semergen, considera que “más que una celebración, este día nos exige una llamada de atención de lo que está pasando con el cáncer de pulmón, una enfermedad pandémica, que causa estragos de una forma similar a la pandemia del Covid-19, y que se extiende por todo el mundo”.
Las causas son notablemente conocidas, siendo responsable el consumo de tabaco en más del 85-90% de los casos. Además, cabe recordar que es la primera causa de muerte por cáncer entre los hombres y la tercera en las mujeres, siendo diagnosticado el mayor número de casos entre los 55 y los 70 años.
El panorama en España es muy desalentador, ya que cada año se diagnostican 29.000 nuevos casos aproximadamente. En este sentido, los datos actualizados de 2020, procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE), indican que en nuestro país fallecieron de este tumor 16.599 hombres y 5.294 mujeres.
Semergen analiza las últimas cifras, de 2020, referidas a esta enfermedad. “Se deducen dos particularidades muy importantes: la primera es que la mortalidad por cáncer de pulmón en hombres tiende a la estabilización e incluso a la baja. La segunda es que la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres ha aumentado un 120%. De seguir por este camino, en pocos años veremos como la mortalidad de dicho cáncer en mujeres españolas superará la mortalidad por cáncer de mama.
Este cáncer está íntimamente ligado al consumo de tabaco constituyendo un importante problema de salud pública global. Es sin duda el cáncer más mortífero del mundo, responsable de más muertes que la suma total de los cánceres de mama, próstata o colon. Sin embargo, a pesar de estas cifras tan atroces, también hay una buena noticia que ofrecer: el cáncer de pulmón es prevenible, no fumando, o dejando de fumar lo antes posible.
Al mismo tiempo, uno de los mayores problemas en relación a su diagnóstico es que éste, generalmente, no se realiza de forma precoz. Muchos de nuestros pacientes fumadores no conocen los signos de alarma.
Las señales de alarma más frecuentes son la tos y el dolor persistente en el tórax, la sensación de falta de aire, la pérdida de peso y los esputos con sangre. Por otro lado, todavía no se realizan despistajes poblacionales en este tipo de cáncer como se hacen en los cánceres de colon y de mama.
El funcionamiento irregular de la Atención Primaria y las demoras en las asistencias supone un desembarco de pacientes en las urgencias, que suben en noviembre hasta un 25% respecto a 2019, con una estimación al cierre de año de 30 millones de asistencias, dos millones más que en 2019. El presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, Tato Vázquez, explica a Efe que el 70% de los pacientes que llegan a la urgencia lo hacen por iniciativa propia, muchos buscando una solución a sus problemas tras ver demoras inviables en la consulta de primaria o estar cerrado el punto de atención continuada.
No obstante, hay estudios poblacionales que indican el beneficio que tiene sobre la mortalidad, conseguir adelantar el diagnóstico mediante la realización periódica y reglada de un escáner torácico de baja dosis de radiación en determinados fumadores.
En este sentido, el apremiante cribado del CP mediante tomografía axial computarizada, cada vez menos discutido, precisa de una mayor consideración por parte de instituciones y gobernantes.
Finalmente, digno de mención es la creación de las asociaciones de pacientes, que cuidan y asesoran no solo al enfermo sino también a los familiares, y que desde una actuación desinteresada y altruista ayudan de una forma global a combatir esta enfermedad.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria se apremia a “intervenir eficazmente frente al tabaquismo, una enfermedad adictiva crónica que está íntimamente ligada al cáncer de pulmón, siendo necesario para ello abordar tanto la prevención, como el diagnóstico y su tratamiento. Además, conviene recordar que, con adquirir hábitos de vida saludables, como realizar ejercicio, evitar la obesidad, comer sano, beber con moderación, tomar el sol con precaución y no fumando, nos ahorraríamos un 30% de la mortalidad por cáncer en su conjunto”.