EL OTOÑO HA LLEGADO PARA QUEDARSE
CUANDO estamos a un mes de la entrada del invierno, da la impresión de que ahora sí, de que ya ha llegado el otoño. El otoño es la estación con menos literatura y empleada en ocasiones tan peyorativamente como que ahí es donde empieza la decadencia del hombre, y de la mujer. Pero el otoño tiene una importancia vital en el equilibrio medioambiental y cuando no se emplea a tope, léase falta de lluvia por ejemplo, pasa factura en el resto del año. Y ahora, cuando estamos a muy poco del invierno, el otoño parece que, al fin, llegó para quedarse. Tras varias intentonas fallidas que hasta hicieron tirar de abrigos antes de tiempo, ahora sí se hace notar. Esas imágenes de galernas cantábricas y de nieves en las cumbres dan pie a la esperanza de que el fantasma de la sequía, que es más real que fantasmal, desaparezca y podamos hacer uso del grifo con la alegría deseada y deseable.