Un ex futbolista sevillano detenido en una operación contra el narcotráfico
● David Cañas quedó en libertad con cargos tras su arresto ● La defensa del ex jugador asegura que su papel sería “accidental”
El juez de Instrucción número 9 de Sevilla dejó en libertad al ex futbolista sevillano David Cañas, uno de los 14 detenidos por la Guardia Civil en una operación que ha conseguido desmantelar una banda dedicada al tráfico internacional de narcóticos y a la que se ha intervenido 9,5 kilogramos de cocaína así como otros estupefacientes.
El ex futbolista, ya retirado, llegó a jugar en el Sevilla FC en la temporada 1998-1999 y pasó por otros clubes como el Getafe o el Girona, y fue detenido en el transcurso de la operación llevado a cabo a finales de la semana pasada. De los 14 detenidos, ocho ingresaron en prisión, pero David Cañas quedó en libertad con cargos.
La operación de la Guardia Civil se inició con seguimientos sobre David Cañas y de hecho se denomina Marcaje debido a la implicación de este detenido, según explicaron ayer a este periódico fuentes del caso. Sin embargo, desde la defensa del ex futbolista precisaron que su papel en la organización desmantelada sería “accidental”, algo que habría reconocido la propia Guardia Civil en los atestados remitidos al juzgado, y añadieron que ni siquiera se procedió al registro de su vivienda, siendo detenido tras presentarse voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil de Gines una vez que fue llamado por los investigadores.
La operación se inició en febrero de este año con la identificación de un vehículo en el que la Guardia Civil halló una gran cantidad de dinero en efectivo que el conductor –en este caso el ex futbolista arrestado– no pudo justificar su lícita procedencia, aunque las fuentes consultadas insiste en que el ex jugador niega que fuera interceptado con dinero. La defensa puntualizó que es cierto que David Cañas le habría hecho algunos favores a un conocido de la infancia, en este caso, el cabecilla de la organización, como trasladar un paquete precintado con un “router” de una operadora telefónica para la que trabajaba el principal implicado hasta Jerez de la Frontera (Cádiz), pero niegan que tuviera conocimiento de que esta persona se estuviera dedicando al tráfico de drogas.
A raíz de esta localización del dinero, según informó la Guardia Civil en un comunicado, se inició esta operación descubriendo una red dedicada al tráfico de drogas a nivel internacional. La organización investigada usaba vehículos caleteados para el transporte de la droga y el dinero, llegando a serigrafiarlos como vehículos comerciales.
Los miembros de la red tomaban muchas medidas de seguridad para evitar la acción policial, sobre todo en los desplazamientos cuando transportaban la droga o el dinero. Estos eran ocultos en dobles fondos que realizaban en su taller de la localidad sevillana de Tomares. Los presuntos autores viajaban con vehículos serigrafiados de conocidas empresas, llegando incluso a ir vestidos con la uniformidad del personal trabajador de las mismas para evitar los controles policiales.
Durante la investigación parte de los autores se trasladaban a Madrid con el fin de alejarse de otros distribuidores con los que mantenían una enemistad manifiesta y posicionarse en un entorno más cercano de los principales proveedores de su red de distribución.