La prevención como aliada
Cualquier varón, pasados los 45 años debería recurrir a revisiones prostáticas periódicas. “Del mismo modo en que estamos acostumbrados a llevar nuestro coche al taller para revisar que todo va bien y prevenir futuras averías en el motor, los hombres debemos acostumbrarlos a no esperar a detectar un problema, sino ser proactivos en el cuidado de nuestra salud y chequear la salud de nuestra próstata”, explica el coordinador de urología de San Juan de Dios de Sevilla. Sobre todo, en caso de que hayan existido antecedentes de este tipo de tumor en la familia. Si apareciesen problemas como pueden ser el aumento de frecuencia al orinar, sobre todo por la noche, un flujo de orina débil o interrumpido, o dificultad para vaciar la vejiga completamente, debería consultarse con un especialista en salud prostática. Según Jaime Bachiller, muchos pacientes asocian estos problemas a la edad, y no tienen porqué relacionarse con el envejecimiento, sino con un funcionamiento anómalo de la próstata.