Ferrari sonríe al final
● Leclerc acabó por delante de Checo y se hizo con el subcampeonato del Mundial ● Sainz, cuarto, y Alonso dijo adiós a Alpine con un abandono
La temporada de la Fórmula 1 se cerró ayer en Yas Marina con un emocionante Gran Premio de Abu Dabi que no tuvo historia en la lucha por la victoria, de nuevo para el campeón, el holandés Max Verstappen (Red Bull), pero sí en la batalla por el subcampeonato, que acabó siendo para el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que dejó al mexicano Sergio Checo Pérez (Red Bull) con la miel en los labios.
La estrategia a una parada dio a Leclerc el segundo puesto en la carrera y en la clasificación del Mundial y amargó al tapatío, al que superó por tres puntos en la clasificaron porque le faltaron vueltas y le sobraron pilotos doblados en su batalla a contrarreloj.
Ferrari duplicó la plata, ya que, al subcampeonato de pilotos sumó al de constructores, y Carlos Sainz, cuarto en la carrera, acabó por delante en el Mundial de pilotos por delante de Lewis Hamilton en un gran premio de despedidas. Especialmente la del tetracampeón del mundo Sebastian Vettel (Aston Martin), que cerró su etapa en la Fórmula en Abu Dabi, en su carrera 299 en la que recibió el homenaje de la parrilla y de la afición y firmó un décimo puesto. En Aston Martin lo sustituirá Fernando Alonso, que tuvo que abandonar por una avería en su última carrera con Alpine.
La carrera comenzó con 35 grados en el asfalto y más temperatura aún en los pilotos con una primera vuelta de alto voltaje. Verstappen, Pérez y Leclerc mantuvieron sus posiciones, a pesar de que el de Ferrari intentó un interior al mexicano, que no se dejó amilanar y el lío se montó tras ellos. Sainz, que salía cuarto y se cubría de George Russell (Mercedes), se vio adelantado por Hamilton, mientras que Lando Norris (McLaren) aprovechó la coyuntura para superar al otro Mercedes. Hamilton, que intentó acechar a Leclerc, perdió potencia, probablemente por una rotura en el fondo plano tras un golpe, lo que permitió al piloto madrileño recuperar la posición.
En la lucha por el subcampeonato, Pérez paró demasiado pronto, en la vuelta 16, y salió detrás de Vettel, con Alonso en el retrovisor. Peor le fue a Russell, que firmó una mala parada en boxes y, además, salió de manera imprudente, lo que se tradujo en una sanción de cinco segundos.
Red Bull rodaba sospechosamente lento, como si fuera a una parada, pero Pérez entró en la vuelta 34. Ahí estuvo la clave, a
Vettel, tetracampeón del mundo, cerró su etapa en la Fórmula 1 en su carrera 299
pesar de un buen paso por boxes (2,4 segundos). Leclerc y Ferrari acordaron hacer lo contrario que Red Bull y mantuvieron el coche en pista. Batalla de estrategias.
El mano a mano se convirtió en una contrarreloj para Checo, cuarto a diez segundos de Leclerc tras 44 giros. Cábalas en Ferrari y lucha de Pérez con Hamilton en el asfalto, con sucesión de adelantamientos. En la vuelta 46 pasó al de Stevenage, pero estaba a algo más de nueve segundos de Leclerc. Unos doblados le hicieron perder unas décimas y la carrera se le quedó corta. Leclerc resistió, igual que Verstappen, y el podio no cambió.