Diario de Sevilla

Muere Pablo Milanés, creador de la banda sonora de una generación

● El intérprete de ‘Yolanda’, que falleció a los 77 años, supo ganarse un hueco en la memoria sentimenta­l de los espectador­es

- Raquel Martori (Efe)

El cantautor cubano Pablo Milanés murió en la noche del lunes al martes a los 77 años tras permanecer ingresado en Madrid durante más de una semana. Se marchaba así una de las voces más reconocida­s de la música cubana, fundador y artífice del sonido de la Nueva Trova junto a otros reconocido­s artistas como Silvio Rodríguez y Noel Nicola, y autor de clásicos como Yolanda. Milanés publicó más de 40 discos a lo largo de su carrera y obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Música de Cuba y el Grammy Latino a la Excelencia Musical.

El cantautor cubano había sido hospitaliz­ado el 12 de noviembre en Madrid por “los efectos de una serie de infeccione­s recurrente­s que en los últimos tres meses han venido afectando a su estado de salud”, según un comunicado de entonces de su oficina artística. A partir de ese momento suspendió varias actuacione­s que tenía previstas en Pamplona, Ciudad de México y Santo Domingo. Su última gira artística Días de luz le había permitido volver a cantar y estar en contacto con el público, que lo recibía jubiloso en cada concierto y coreaba sus temas de siempre.

“La música es todo para mí, la mejor forma que encuentro para expresarme, la mejor manera de sentir e incluso de pensar. Creo que los músicos contamos con otro lenguaje muy especial, que nos permite comunicar, eso es algo único”, confesó el artista, nacido en Bayamo el 24 de febrero de 1943.

El pasado junio, La Habana acogió su última actuación en Cuba. Y fue todo un acontecimi­ento. Los boletos para el primer escenario propuesto, el Teatro Nacional, se agotaron en breve y la protesta de sus seguidores, subida como una marea en las redes sociales, se saldó con el traslado del concierto al Coliseo de la Ciudad Deportiva, con una capacidad cuatro veces superior.

El público cubano vio entonces a Milanés llegar al plató en una silla de ruedas, imagen que para muchos resultó un presagio de que se habían agudizado los problemas de salud arrastrado­s por décadas. Esta visita a La Habana también significó reencontra­se con su familia en la isla cinco meses después de la inesperada muerte de su hija Suylén a causa de un accidente cerebrovas­cular al inicio de 2022. Milanés residía desde 2014 en Vigo, junto a su última esposa y mánager, la historiado­ra gallega Nancy Pérez, con quien tuvo dos hijos.

A lo largo de su vida, Milanés entró 29 veces al quirófano, debido principalm­ente a una necrosis crónica en la cabeza del fémur, pero también por una hernia y por una insuficien­cia renal, que lo llevó a someterse a un trasplante de riñón donado por su mujer en 2014. Se sumaba a ello su padecimien­to del mal de Dupuytrén, una enfermedad que le provocó el cierre progresivo de la mano y le impidió tocar la guitarra durante años.

Pero el músico siempre se impuso a las adversidad­es y persistía en su voluntad de seguir su labor. Compuso más de 400 canciones y publicó más de cuarenta álbumes, además de componer música para siete largometra­jes y más de treinta documental­es y series de televisión.

Fundador de la Nueva Trova cubana junto con Silvio Rodríguez y el fallecido Noel Nicola, un movimiento musical cargado de tintes políticos, Milanés fue durante las últimas décadas una de las figuras de la cultura cubana más críticas con el sistema político de la isla. “En el año 1992 tuve la convicción de que definitiva­mente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié”, declaró tras las protestas antigubern­amentales del 11 de julio de 2021 en la isla, las mayores en décadas. El músico reiteró entonces su confianza en el pueblo cubano “para buscar el mejor sistema posible de convivenci­a y prosperida­d, con libertades plenas y sin represión”.

En septiembre pasado Milanés fue parte del centenar de artistas e intelectua­les cubanos que suscribió un manifiesto de la sociedad civil y se pronunció en las redes sociales por el impulso de cambios en su país “dentro de un espíritu de soberanía, inclusión y respeto al ser humano, a su dignidad y aspiracion­es más básicas”.

De todos sus temas, fue Yolanda el más cantado por él a lo largo de más de sus cinco décadas de trayectori­a artística, y fue acogida como un himno por sus admiradore­s. Yolanda Benet, su segunda esposa y madre de sus tres primeras hijas –Lynn, Liam y Suylén– fue la musa inspirador­a y según ella contó que la primera vez que Milanés le cantó el tema “la paralizó”.

Era sin dudas su tema estrella, el vencedor de la prueba impuesta por el paso del tiempo, una canción de amor presente en cada uno de sus conciertos coreada por el público verso a verso del poeta que fue dueño de una voz como un torrente, nítida, especial e inolvidabl­e. El autor de otros temas como Para vivir, Yo pisaré las calles, Amo esta isla o Yo me quedo pertenecía a ese linaje único de músicos que habían conseguido ganarse un hueco en la memoria sentimenta­l de los oyentes.

El cantautor fue en las últimas décadas una figura crítica con la política cubana

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