Pedro Sánchez otorga una victoria a Bildu
EL Gobierno ha conseguido el apoyo de Bildu al proyecto de Presupuestos Generales de 2023, después de que Pedro Sánchez se haya comprometido ante un senador a traspasar las competencias de Tráfico y Seguridad Vial desde la Guardia Civil a la Policía Foral. Es una victoria que Sánchez le ha querido conceder a Bildu, porque el anuncio se ha hecho al margen del Ejecutivo navarro, de tal modo que es la izquierda abertzale la que rentabiliza un traspaso que se cerró en 2019 entre el PNV y el PSOE, y que, incluso, José María Aznar anunció en 2000. Que la Guardia Civil de Tráfico deje de controlar las carreteras navarras no significa que la Benemérita deje la Comunidad Foral, ya que mantendrá otras competencias por el territorio, pero cabe preguntarse cuál es el interés de Bildu en desposeer al instituto armado de sus funciones. Y la respuesta no puede ser más indignante. De Bildu, que es una coalición, forman parte los herederos de Batasuna, que fue el brazo político de la banda terrorista que persiguió con saña a la Guardia Civil en el País Vasco, Navarra y el resto de España. Que se le haya concedido a este partido la autoría de la cesión de las competencias
Sánchez le ha concedido a Bildu la autoría del traspaso de competencias de Tráfico desde la Guardia Civil a la Policía Foral, cuando es un asunto de gobiernos
es una humillación para un instituto que ha perdido cientos de agentes en el norte de España durante las décadas que ETA se mantuvo activa. Con razón, desde el PP se ha matizado que, algunas veces, lo importante no es qué se negocia, sino con quién se negocia. Queda pendiente la situación de dos centenares de agentes que ya han hecho sus vidas en Navarra, y desean permanecer allí. Hay que esperar que el compromiso del Gobierno de mantenerlos allí destinados en otros puestos de la Guardia Civil se mantendrá. Además hay que considerar que el traspaso permanente de competencias a los dos gobiernos forales redundará en la disminución de la cuantía que ambas comunidades entregan al común como parte de su cupo.
EVILLA cuenta con una hija predilecta que nació el 18 de julio de 1936. Angelita Yruela fue honrada con la máxima distinción por la corporación municipal presidida por Juan Espadas. Algún mediocre hubo que frunció el ceño y redujo su trayectoria a la de una saetera, que lo es. Angelita Yruela canta de todo, escribe, hace teatro, pronuncia pregones y disertaciones, ha llevado el nombre de la ciudad por muchas ciudades del extranjero y, sobre todo, la suya es una vida entregada a las causas benéficas y la lucha por la verdadera igualdad cuando más difícil resultaba. Nadie puede dudar de su disposición y generosidad. Ha sido testigo directo de muchos acontecimientos de la ciudad, en muchos de ellos siendo la única mujer en tantísimos foros. Ni mucho menos ha sido y es solamente una saetera. A todas sus virtudes suma ahora la de ser un ejemplo de vitalidad, proactividad y seguir siendo un modelo de generosidad. Angelita no para y quienes la queremos por compartir la devoción al Jesús de la Redención que siempre abre sus manos (¿verdad, Manuel del Cuvillo?) estamos encantados de que hasta se haya hecho un libro sobre su trayectoria, a cargo de Carmen Castilla Vázquez, directora de Departamento de Antropología de la Universidad de Granada. Angelita, que de joven se negaba a los papeles secundarios por su condición de mujer, se niega ahora a ser una anciana. “Soy un señora mayor actualizada”. Y tanto. Esta semana la vimos caracterizada como Cecilia Böhl de Faber, la célebre escritora que firmaba como Fernán Caballero, en su papel de confidente de la reina Isabel II. Por el Patio de Banderas andaba esta ilustre sevillana como colaboradora de la iniciativa Audiovisuales Culturales y Solidarios, una plataforma sin ánimo de lucro que se vuelca con las barriadas de la Candelaria, Los Pajaritos, Madre de Dios y Amate. En agosto estaba pregonando a la Virgen de las Nieves, en el comienzo de curso en un acto para presentar el libro sobre su vida y ahora interpretando a una ilustre del siglo XIX... Nunca se ha instalado en la queja ni en eso que hoy se llama la zona de confort. Lo mismo está entre los oropeles del Salón Colón del Ayuntamiento que planchando túnicas de su hermandad de la Redención. Sus viernes son de visita discreta ante el Señor. Angelita, mujer de fuerza y carácter, es un buen icono de una generación dura en el mejor sentido, que se tuvo que buscar la vida sin lorazepanes y que nunca ha emprendido una insaciable carrera hacia un concepto materialista de la calidad de vida. Hoy sigue igual que ayer. Porque lo suyo son valores. Predilecta no, predilectísima.
Acertó Espadas al nombrarla predilecta, porque es todo un icono de una generación de mujeres duras para tiempos adversos