El 4-3-3 más moderno
● La extrema posesión fue sumando piezas ofensivas desde todas las zonas
abierto, si a algún tico le daba por ensayar una andanza con metros por delante. Pero no hubo opción. Campbell amagó con su calidad y visión pegado a la cal, pero fue tan abrumadora la inferioridad de su equipo, que pronto desistió.
ATAQUE
Sorprendió a muchos Luis Enrique con la entrada de Marco Asensio como el ariete más falso del mundo. Ni su gol fue de rematador puro. Se escalonó, aguardó atrás y engatilló con esa zurda tan fina que atesora. El madridista tiene el duro para cambiarlo y sólo necesita estímulo, buena forma física y confianza. Lo está encontrando y la selección lo agradece.
A los costados de Asensio, por fin se desperezó Ferran Torres para hacer lo que su entrenador le pide, que tan pronto desborde por fuera como se meta en ese carrusel para abandonar el costado y que por allí aparezca Gavi, por ejemplo. Dani Olmo, desde la izquierda, se sabe esa lección al dedillo y por eso es uno de los favoritos del seleccionador. El jugador del Leipzig sabe cuándo irrumpir al remate, como demostró en el 1-0. Tener a esos dos prodigios que atienden por Gavi y Pedri invita a eso, a tener por delante a gente que se salga de zona, que llegue por sorpresa.
Cuando entraron Morata por Ferran y doce minutos después Nico Williams por Asensio, quedó un ataque más convencional, que no previsible. La fiesta de las continuas permutas prosiguió.
VIRTUDES
Un fútbol moderno, voraz, que desarmó y sometió al rival desde el primer minuto.
TALÓN DE AQUILES
Quién le pone un pero...