Diario de Sevilla

“Con internet terminarem­os haciendo ropa virtual”

- Pilar Larrondo

Hace unos días presentaba su nueva colección de prêt-à-porter y lo hacía demostrand­o que es un maestro a la hora de enfrentar conceptos. Denominada Cyber, la colección se presenta como una alabanza al espíritu de finales de los 90 y el boom cibernétic­o, donde el color y la diversión son claves. Ahora, además, Jean Paul Gaultier inaugura en Sevilla la exposición Cine y moda, que desde ayer hasta el próximo 19 de marzo podrá verse en el CaixaForum.

Comisariad­a por Florence Tissot y Matthieu Orléan, la exposición es una personalís­ima visión del diseñador francés, que ve en la moda y el cine dos herramient­as comunicati­vas que, además de ser la perfecta radiografí­a de la sociedad del momento, muestran la evolución del papel del hombre y la mujer. El primero más feminizado, la segunda empoderada. Al menos así lo observa el enfant terrible, que fue pionero en deconstrui­r la masculinid­ad para crear nuevas formas de expresión e hizo del hombre objeto un concepto revolucion­ario y transgreso­r.

Admirador de Balenciaga y sus extravagan­tes volúmenes, incondicio­nal del surrealism­o de Paco Rabanne y amigo de Rossy de Palma, Victoria Abril o Pedro Almodóvar, Jean Paul Gaultier repasa el papel de la moda y el cine en el proceso evolutivo de una sociedad encaminada al empoderami­ento femenino, profundiza en la concepción actual de la moda y recuerda que se hizo diseñador porque se enamoró de una película. Marilyn Monroe y Brigitte Bardot son los extremos de los que parte el diseñador francés para hacer ese viaje por la evolución del papel de la mujer y con ambas actrices deja claro que el vestuario en el cine es mucho más que simple estética.

–La exposición se plantea como un viaje a través de la relación entre el cine y la moda, ¿es una muestra pensada para el cinéfilo o para el amante de la moda?

–Para ambos. Soy un apasionado de la moda y del cine y si me dedico a esta profesión es porque descubrí la moda a través de una película. Cuando tenía unos 13 años vi una película que se llamaba Falbala (Jaques Becker,

A través de su ropa Brigitte Bardot y Madonna demostraro­n tener el poder para que las cosas cambiasen”

1945), que cuenta la historia de un diseñador, y esa fue mi escuela, lo que me hizo entender que quería desarrolla­r esa profesión. El desfile final lo que me hizo enamorarme de la profesión. Un desfile es como una obra de teatro y eso me parece fascinante. Al vestirnos hacemos un espectácul­o. Por eso la asociación cine y moda es muy fuerte. De todas formas, cine y moda son el reflejo de la vida, de la sociedad. Ambos, juntos y por separado, muestran la sociedad tal y como es.

–La muestra cuenta con diseños y elementos del vestuario de películas que le marcaron, ¿se enamoró de ellas por la trama o por el vestuario?

–Mi idea era mostrar la evolución del hombre y la mujer a través de la moda, a través del cine. Es decir, el hombre que se hace cada vez más femenino y la mujer que se vuelve cada vez más potente. Ese es el ref lejo de la sociedad de ahora. Cuando empecé en el mundo de la moda estábamos todavía en la etapa de la mujer objeto, aunque había movimiento­s que empezaban a cambiar las cosas. El hombre, que era un macho, se hizo un poco más femenino y la mujer más potente. Esa idea la desarrollé en mis coleccione­s y ahora es lo que he querido mostrar en esta exposición. A través de las películas y de la ropa se ve esa evolución de forma muy clara. Siempre me gusta poner este ejemplo. Las chaquetas masculinas siempre han tenido un bolsillo interior que es donde se guarda la cartera para pagar. La mujer no tenía ese bolsillo en su ropa porque ella no pagaba. Son detalles, pero muestran que la ropa ya está sexuada, que tiene género. Ahora el hombre y la mujer cambian y eso se ve ref lejado en las prendas que usan.

–Si analizamos el vestuario de Marilyn Monroe y el de Brigitte Bardot, la primera hipersexua­lizada, la segunda liberada. ¿Cuándo da el cine ese giro de guión?

–Es el ejemplo perfecto. Marilyn era una víctima de Hollywood, del sistema, y Brigitte Bardot una mujer libre que lo muestra en su forma de vestir. Marilyn fue víctima de una industria en la que tenías que ser sexy y fue manipulada por los productore­s. En cambio, Brigitte Bardot actuaba en libertad, ella decidía con qué actores trabajaba. Hace poco vi una entrevista que le hicieron tres intelectua­les en los 70 y es asombroso ver cómo habla, cómo se expresa, nada que ver con cómo actúa. Tenía muy buena educación, es muy pausada, se expresa muy bien, da su opinión sobre temas diferentes y los tres intelectua­les que están con ella se quedan boquiabier­tos. Hizo cine porque le apetecía, luego dijo que lo dejaba y lo dejó para dedicarse a otros asuntos. Estaba muy avanzada para su época. Con Marilyn jugaron, es una víctima. Era una chica bonita, pero no era estúpida. Pertenecía a un sistema en que tenía que decir que sí, sino se le acababa todo.

–Esa faceta liberadora de Brigitte Bardot se aprecia también a través de su ropa.

–Totalmente. Ella se casó con un vestido de vichy azul, en una tela muy pobre. El cabello se lo arregló ella, las bailarinas que llevaba puestas se las recortó para que se le viera el inicio de los dedos, como si fuera el escote. Hay una imagen alucinante en la exposición. Se muestra a Brigitte Bardot en Y Dios creó a la mujer. Se la ve bailando, sudando... Es guapa, pero no intenta estar perfecta. La vemos sudando, algo que normalment­e no vemos porque antes se intentaba mostrar a una mujer perfecta y ella se exhibe como una mujer salvaje. Eso fue un escándalo, ella creó un escándalo a través de la libertad.

–Eso supone un revulsivo, sobre todo a la hora de que las

 ?? D. S. ?? El diseñador francés Jean Paul Gaultier junto a piezas de la exposición ‘Cine y moda’, que puede verse en el CaixaForum de Sevilla.
D. S. El diseñador francés Jean Paul Gaultier junto a piezas de la exposición ‘Cine y moda’, que puede verse en el CaixaForum de Sevilla.

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