DESCONECTAR, MISIÓN (CASI) IMPOSIBLE
nónimo de ser más productivos”.
En caso contrario se puede caer en el fenómeno conocido como burnout o síndrome del trabajador quemado, que desde enero está reconocido como enfermedad laboral por parte de la Organización Mundial de la Salud. “Yo me he quemado mucho trabajando presencial y digitalmente. Lo que contamos aquí, que suena súper atractivo, no es tanto así”, confiesa Isabel Raya. La fatiga de la videollamada, con reuniones desde la 13:00 a las 00:00, sin tiempo ni siquiera para ir al baño, y la lentitud de las instituciones en todo el proceso que estamos viviendo pueden afectar a los niveles de ansiedad y estrés.
Con la Ley de Startups, el nómada será considerado teletrabajador internacional
“Cuesta muchísimo desconectar. El móvil es una extensión de nuestro brazo. Desconectar es levantarse y tomar un café o darte una vuelta. Si no descansas, eso se acumula y no mola nada”, reconoce Sara Cantos, cofundadora de Telework Andalucía, que ayuda a que empresas y ayuntamientos se adapten al teletrabajo y atraer talento deslocalizado por el Mundo, para lo cual queda aún mucho camino por recorrer en España.
“El mundo digital es maravilloso y no te limita, pero hay que equilibrar muchísimo a nivel personal, de disciplina de horarios”, concluye Isabel Raya, que cree que en el futuro se impondrá el modelo híbrido: ir a la oficina y teletrabajar. “Es necesario disfrutar de un entorno laboral también. Flexibilizar los modelos de trabajo, pero también asegurar esa parte social. Somos personas”, sentencia. ¿Qué haría falta para que sitios de Andalucía puedan competir por traer talento? “Es fundamental establecer medidas activas porque las pasivas (sol, gastronomía…) ya están. Sevilla tiene potencial pero se ha dejado pasar por la izquierda por Málaga. Tiene cultura, alma y folclore, pero hay que analizar el territorio para saber en qué se destaca.
Hay que crear comunidades. No hay mejor prescriptor que el nómada digital y sería importante atraer a esas comunidades”, reflexiona Cantos. “Hay que dar facilidades al que quiera venir. Habría que apostar por sectores y atraer a nómadas digitales de ciertos sectores. El sector de la hostelería, del turismo y los ciudadanos deben ser capaces de atender. Hay que cambiar la mentalidad”, reclama Isabel Raya.
De la misma forma se expresan Jaime Pichardo, para quien en Sevilla “el marketing está un poco rancio y el perfil tecnológico no lo tiene trabajado”, y Pilar López, que centra su reclamo en la educación, fundamental para que vengan personas a instalarse con sus familias.