Tres voces, tres miradas
Tan absurdo) de El Roto y de la mirada contemplativa y simbólica de Rábago
OPS, EL ROTO, RÁBAGO. UNA MICROHISTORIA DEL MUNDO
Andrés Rábago (Madrid, 1947) es un pintor, un filósofo y un humorista. O también se podría decir que es un místico, un cronista y un poeta. Sea como sea, su figura es poliédrica. A lo largo de cincuenta y tantos años de trayectoria, Rábago ha dividido su propuesta en varias líneas de trabajo, diversos contenidos que generan estéticas distintas (¿o es al contrario?), configurando una suma de heterónimos, algunos fugaces como Jonás o Ubú, otros de largo recorrido, como OPS, El Roto o su propio nombre.
Estos tres últimos son los más fructíferos y los que le han granjeado el enorme prestigio de que goza hoy día. De todos ellos quedan rastros en numerosas publicaciones periódicas, en libros y catálogos, y a todos nos podemos acercar cara a cara estos días gracias a la exposición antológica comisariada por Óscar Curieses para el Centro José Guerrero de Granada, que se inauguró el pasado 30 de septiembre y estará en cartel hasta el 8 de enero del próximo año.
Más aún, para los que no tengan posibilidad de desplazarse (y/o los que quieran llevarse la experiencia impresa a casa), el centro ha promovido la edición de un hermosísimo catálogo por parte de la Editorial RM, que es una suma de lo expuesto, pero también un valioso libro en sí mismo por el contenido y por el cuidado que se ha puesto en su elaboración. Tenemos aquí ejemplos de la poética rabiosa de OPS, del humor (no tan absurdo) de El Roto y de la mirada contemplativa y simbólica de Rábago, junto con varios textos explicativos, un par de insertos de menor tamaño con los microrrelatos escritos para la exposición por
Curieses y una colección de citas del propio autor, más el afiche de una obra de Rábago, todo en una tirada con cuatro variaciones de contraportada.
No es la primera vez que se realiza un volumen sobre los tres heterónimos (excelentes eran también el díptico La memoria del constructor, publicado por la Diputación de Sevilla, o La visita inesperada, del Centro Cultural Conde Duque, por ejemplo), aunque todo nos parece poco a los que amamos el trabajo de este genio.
En palabras de Curieses, “a lo largo de la trayectoria artística de Andrés Rábago, casi medio siglo, se pueden rastrear temas, motivos y símbolos constantes en su obra que han persistido con variaciones en la producción de sus tres heterónimos. (...) La mirada dadaísta de OPS los recoge desde un punto de vista crítico y mordaz, retrata el inconsciente de una época, los últimos años de la dictadura franquista, y pone en tela de juicio esa ideología y sus consecuencias. (...) Los dibujos de El Roto, de rasgos expresionistas (...), se aproximan a la poética beckettiana del absurdo mediante un deslumbrante y contradictorio uso del lenguaje. (...) Su tercer heterónimo, el pintor Rábago, se sitúa en una zona próxima a lo espiritual y trata de mostrar aspectos que exceden o trascienden la mirada automática y superficial”. El conjunto es soberbio, y resulta una auténtica experiencia transitar y detenerse en esta poderosa colección que enriquecerá cualquier biblioteca.
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