Un centenar de vecinos de Aznalcóllar piden por la lluvia
● La rogativa la organizó la hermandad de la Fuente Clara, patrona del pueblo
Un centenar de vecinos de la localidad sevillana de Aznalcóllar participaron ayer en una rogativa para pedir que llueva cuanto antes para que se mantenga sin problemas la actividad agrícola y ganadera del pueblo. Antes del amanecer, en torno a las siete y media de la mañana, comenzaron a llegar los primeros vecinos al cortijo de Garci-Bravo, el lugar donde se celebra en septiembre la romería del pueblo, convocados por la hermandad sacramental de Nuestra Señora de Fuente Clara, patrona de Aznalcóllar.
A las ocho en punto salió de su ermita el Simpecado de Gala de la Virgen de Fuente Clara para el rezo en un risco ubicado encima de una fuente, de la que la leyenda dice que es testimonio de la devoción a la imagen en el pueblo desde el siglo XIV. El hermano mayor de la hermandad organizadora, Adrián Rodríguez, dijo que para un acto como éste “nos hemos remontado a la historia, viendo documentación y comprobando que es algo que se ha hecho desde siempre”. El hermano mayor recordó que los vecinos siempre recurren a su patrona “en tiempos calamitosos”, y cuando la imagen estaba en la ermita donde hoy se ha celebrado el acto, “en días de sequía se la llevaba al pueblo y se hacían solemnes novenas”.
En su llamamiento, la hermandad recordó que las tierras del municipio “sufren una preocupante sequía de la que todos somos conocedores”, y, por ello, “imploramos con fe a Dios, bajo la intercesión de nuestra Patrona, que de la Fuente Clara de su amor, broten las aguas que necesitamos que rieguen nuestros campos”.
El párroco de la localidad, Ignacio del Rey, señaló que una rogativa como la de ayer “es un acto devocional que tiene muchísima antigüedad” y que se lleva a cabo “para pedir a Dios que interceda cuando hay necesidades graves en el pueblo”, y en esta caso “es por la sequía, que es algo que viene preocupando mucho a todas las personas que viven de la tierra”. Se rezó la oración de rogativas, el cura bendijo las tierras desde lo alto del risco de la fuente, y se invocó al Señor para que “derrame su gracia”. En la rogativa participaron vecinos de distintas edades, especialmente trabajadores del campo y de la ganadería del municipio, explicó el hermano mayor. Tras los rezos, los vecinos compartieron un desayuno en la ermita.
El hermano mayor recuerda que estos actos son frecuentes a lo largo de la historia