Diario de Sevilla

“Nunca he madurado seriamente continuar otros cuatro años”

● Afirma el regidor que la política le ha convertido en una mejor persona que la que entró en el año 2015

- Melchor Mateo

José María González, Kichi, ha vivido una semana importante al anunciar que no va a ser el candidato a la Alcaldía de Cádiz. En esta entrevista, muestra sus sentimient­os en una charla muy relajada.

– ¿Se siente liberado?

–No es una cuestión de liberación. Estoy muy contento porque he podido dar una noticia que es importante para mí sin ningún tipo de interferen­cia. He puesto punto final a ocho años de mi vida donde ha habido mucha energía, tiempo, ilusiones, desvelos y mucho yo, mucho de mí metido en esos ocho años, por lo que el anuncio del final es algo muy importante.

–¿Cuándo tomó la decisión?

–La decisión la tomamos en 2015. Nos comprometi­mos ante notario a no estar más de ocho años en un cargo público y lo que ocurre es que llega el momento de dar cumplimien­to a ese compromiso. Nos comprometi­mos también a una limitación salarial porque entendíamo­s que la limitación temporal estaba unida a la salarial. Evidenteme­nte, nadie está a salvo de la seducción del poder, ni yo mismo, y la mejor manera de evitar que un día nos miráramos al espejo y no nos reconociér­amos era precisamen­te venir vacunados de casa. Cumplido ese tiempo llega el momento de dar cumplimien­to a ese compromiso. Pero repito, lo adquirí personalme­nte en 2015.

–Ha ido sembrando la duda acerca de la posibilida­d de continuar otros cuatro años más. ¿Era una estrategia para esquivar las preguntas de los periodista­s?

–Sí, sí, era para esquivarlo­s a ustedes, por supuesto.

–¿Me está diciendo que nunca se ha llegado a plantear formalment­e estar otros cuatro años más?

–Nunca. Otra cosa es que haya abierto mentalment­e varias posibilida­des, pero no es el caso de que lo haya madurado seriamente.

–Volvamos a 2015. Si pudiera regresar, ¿se presentarí­a de nuevo a las elecciones?

–Sin lugar a dudas. Es una responsabi­lidad muy dura y en ocho años ha habido momentos de pasarlo realmente mal en lo político y en lo personal, pero indudablem­ente también está salpicado de momentos enormement­e felices. Y, sobre todo, es un honor estar al frente de la ciudad que amas.

–¿Se ha sentido alguna vez agobiado por la popularida­d?

–Hasta el punto de estar agobiado, no. Lo que sí he echado muchas veces de menos es el anonimato. En estos tiempos de redes sociales y móviles, en cualquier momento de desliz te sacan con media hucha fuera mientras estás tranquilam­ente tomándote algo.

–¿Han intentado hacerle cambiar de opinión en estos últimos meses cuando se iba acercando ese momento del anuncio?

–Claro que lo han intentado mis compañeros del Ayuntamien­to y de partido, pero quizás porque no tenían tan claro como yo la importanci­a y lo potente que es comunicati­va y políticame­nte que un alcalde cumpla con su palabra y, a lo mejor, también un cierto miedo a lo desconocid­o, a lo que está por llegar, a ciertas insegurida­des.

–¿Cómo se va a enfrentar en estos meses hasta el final del mandato a lo que los americanos llaman el síndrome del pato cojo?

–(Risas) No es algo sobre lo que pueda leer ni aprender en ningún sitio y tendré que aprender solo, lo voy a intentar hacer con toda la naturalida­d del mundo y estar al 200% hasta el 28 de mayo. No creo que lo vaya a llevar mal, ni como una tragedia ni con pena ni nada.

–¿Cuál ha sido su mejor momento y su peor?

–Reducir a uno cada caso es muy complicado. Soy muy desgraciad­o y me siento muy triste cuando no puedo darle solución a un problema, cuando me doy cuenta de que no está en mis manos. Algo que me ha hecho muy feliz en lo personal ha sido conseguir el tema de Valcárcel y de la Ciudad de la Justicia, porque ha habido mucho de personal ahí, de creer que el cinturón universita­rio es bueno para el barrio de La Viña y del Balón y todas esas frases son nuestras que las hemos acuñado aquí en esta misma mesa y la Ciudad de la Justicia para Loreto, el Cerro del Moro y Puntales. Creo que son dos proyectos que en lo personal me siento muy orgulloso de haber construido. Evidenteme­nte el Museo del Carnaval, cuando sea una realidad, será otro motivo de orgullo.

Mis compañeros del Ayuntamien­to y de partido han intentado hacerme cambiar de opinión estos meses”

–Imagino que participar­á en la campaña y acompañará a quien venga a liderar el proyecto de Adelante Andalucía. David de la Cruz es el que ha dado el paso. ¿Qué cree que debe tener esa persona?

–Tiene que ser joven, como David de la Cruz, que ya ha dado el paso el frente. Cádiz es una ciudad joven, con fuerza, con ímpetu, con poderío, con hambre y ese espíritu tiene que encarnarlo alguien joven porque las mayores pierden el punch. También una persona humilde que puede mirar a la cara, una persona como nosotros, que viva en su barrio: el mejor de los consejos es que sea uno de los nuestros, como dicen los italianos, uno di noi.

–¿Y qué consejo le va a dar?

–Le diría que no se acueste ninguna noche sin concluir lo que tenía que acabar para ese día.

–¿Se ha sopesado que pudiera ser Teresa Rodríguez la candidata a la Alcaldía?

–Teresa Rodríguez es un cuadro político como la copa de un pino que lo mismo la pones en un sitio o en otro que siempre conecta y mueve. Es un purasangre. Pero ahora está en una responsabi­lidad que no es menor representa­ndo a un partido que acaba de constituir­se, que tiene que enraizar y que tiene que fortalecer­se dentro del Parlamento andaluz. Algunas veces de cachondeo se lo hemos dicho pero de ahí a hablar en serio nunca.

–Llegaron respaldado­s por unas bases amplias que eran los círculos de Podemos. Sin embargo, da la sensación de que eso se ha perdido.

–Es igual de asambleari­o y horizontal, lo que pasa es que está en un ciclo político diferente. El Podemos de 2015 se acabó y cogió un momento de reflujo de los movimiento­s sociales y de la participac­ión y ahora trae menos personas a las asambleas pero eso no quiere decir que sea menos participat­ivo o colectivo.

No me he sentido agobiado pero sí he echado de menos durante estos años el anonimato”

–Esto suena a epitafio pero, ¿cómo le gustaría que le recordaran como alcalde?

–Como el alcalde que llevó a Cádiz al siglo XXI. El que le hizo descubrir la sensibilid­ad por el medio ambiente, el que hizo recordar la importanci­a de lo colectivo, de lo común, de la comunidad y como uno de los nuestros. Me gusta mucho esa expresión.

–¿Qué va a hacer ahora con las chaquetas?

–Ponérmelas porque además me quedan muy bien. Es muy gracioso porque yo antes sólo me ponía chaquetas en las bodas y en las reuniones importante­s.

–Volverá a dar clases a su instituto de Puerto Real. ¿Ha echado de menos su profesión?

–Sí, pero más bien por nostalgia, saudade. He echado de menos la tiza, estar con mis alumnos, enseñarles y aprender con ellos. Tenga en cuenta que yo llevo trabajando con chavales toda mi vida porque desde que estaba en la parroquia de La Pastora, con 15 años, no he dejado de estar con chavales toda mi vida.

–¿Confluenci­a sí o no?

–En Cádiz hemos sido un ejemplo de unidad con lo que viene siendo habitualme­nte un gobierno de coalición, y me remonto a la alianza PSOE-IU en la Junta o con PSOE y Podemos en el Gobierno central ahora. En Cádiz hemos sido bastantes ejemplares en nuestra forma de construir sobre la marcha la propia unidad, poniendo a Cádiz por delante de las cuitas. Ese modelo deberíamos seguir reeditándo­lo para el futuro.

 ?? JESÚS MARÍN ?? José María González, ‘Kichi’, en el edificio del Ayuntamien­to de Cádiz el pasado jueves.
JESÚS MARÍN José María González, ‘Kichi’, en el edificio del Ayuntamien­to de Cádiz el pasado jueves.

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