Costa Rica se niega a hacer las maletas
Costa Rica, a la que no pocos –incluso en su país– daban por desahuciada tras ser vapuleada por España (7-0), resurgió ayer y derrotó a Japón, gracias a un gol de Keysher Fuller, en partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo E del Mundial de Qatar 2022, disputado en el estadio Ahmed Bin Ali de Al Rayyan.
Tras la hecatombe contra España, el seleccionador costarricense, Luis Fernando Suárez, lanzó un mensaje instando a la resiliencia. “No estamos muertos”, advirtió el colombiano. Y acertó. Porque en un partido en el que dominó más Japón, los ticos sumaron tres puntos y se jugarán el pase a octavos en el último encuentro, contra Alemania.
Pronto se vio que Costa Rica había recuperado el pulso tras el naufragio contra la España de Luis Enrique, que le había infligido su más severa derrota en un Mundial. Ordenados atrás, contuvieron el ataque nipón, que se redujo a tímidas internadas por la derecha de Doan y de Yamane, sin excesivo peligro.
En una primera parte muy intensa pero poco vistosa, los ticos se inclinaban más por la banda izquierda, con Tejeda, Oviedo y Campbell. Este último lo intentó en el minuto 34 con un disparo desde fuera del área con el exterior del pie izquierdo que salió por encima de la puerta de Gonda.
La segunda parte cambió por completo el partido, que tornó más dinámico. Hiroki Ito entró por Nagatomo y Asano por Ueda; y los nipones se lanzaron en tromba sobre la portería de Keylor, que desbarató dos acciones de Morita y del propio Asano en los primeros cinco minutos. Y Soma, algo precipitado, volvió a intentarlo en el undécimo, con un incisivo Doan mostrando que su titularidad había sido merecida.
Una falta al borde del área de Borges a Endo se convirtió en una nueva ocasión que Soma lanzó por encima de la meta de Keylor.
Sólo en uno de los 28 partidos que lo hizo, Campbell no marcó, pero abrió muchos huecos; y sí lo hizo, en el minuto 80, Fuller, al que habilitó con un gran pase Yeltsin Tejeda y que sorprendió a
Gonda para abrir el marcador. Con la afición tica entonando el “sí se puede”.
Moriyasu dio entrada a su 10, Minamino, ex del Liverpool y ahora en el Mónaco, justo después del gol. Los samuráis azules se lanzaron en tromba contra la portería de Keylor. Pero Costa Rica aguantó. Y se negó a hacer las maletas.