UNA DOCENA DE MUNDIALES

ARGENTINA 78. Jamás olvidaré los sapos y culebras que salían de la boca del padre de mis amigos Gregorio, Javi y Jesús cuando Cardeñosa falló ante los brasileños. Tenía 8 años y me asusté.

España 82. Sevilla estaba llena de camisetas amarillas con el dorsal 10 en verde y el logo Café do Brasil. Cuando Rossi los mandó a casa, me apenó casi más que la eliminación de España: había sentido vergüenza con el penalti que nos pitaron a favor fuera del área.

Lo que marca Qatar, por ahora, es la medida disuasoria de la FIFA ante el brazalete arcoíris

México 86. Mi padre cambió de canal un momento y no vi en directo el gol del Barrilete Cósmico. El día que mi hermana se confirmó en Santa Isabel, vi un sublime Brasil-Francia que jamás olvidaré.

Italia 90. Tan pronto me alegro del gol de Oman Biyik que tumba a Argentina como me alegro del gol de Caniggia a Brasil tras otra paloma del Diego.

EEUU 94. Una batucada sube por la Cuesta del Bacalao a ritmo de samba y contagia a todo el mundo en una tórrida noche de julio después de que Brasil le haya ganado a Holanda en cuartos. Y eso que horas antes sangraba Luis Enrique por la nariz.

Francia 98. En un bar del Retiro Obrero quedamos para una cerveza previa al Nigeria-España. Pero al final acabamos viéndolo allí... Nos reímos con Zubi. Las cervezas.

Japón y Corea 2002. Jugar unos cuartos de un Mundial ante Corea. Y verlo en un chiringuito de Isla Antilla por la mañana. Demasiado retorcido para que saliera bien.

Alemania 06. Mi hermano Francis estrena una televisión de 42 pulgadas, vaya extravagancia.

Sudáfrica 10. Me abrazo a mi amigo Javier Mérida cuando ya somos campeones. A quién mejor que a quien más ama el fútbol.

Brasil 14. Las filias de un Mundial son como la farsa monea, de mano en mano van. Y la agarraron los alemanes en Belo Horizonte.

Rusia 18. España fue capaz de dar mil pases sin atisbo de peligro.

Qatar 22. El árbitro mostrará amarilla a quien ose llevar un brazalete arcoíris.