LA LARGA VERGÜENZA DEL METRO
LAS primeras obras de la línea 3 del Metro arrancarán a principios de 2023. Esta buena noticia no lo es tanto si se compara lo que se va a hacer con lo que se debe hacer y lo que se invierte con lo que se debe invertir. Si todo el mundo está de acuerdo en que la mejor solución, por no decir la única, de los problemas planteados por el tráfico (o lo que es lo mismo: la calidad de vida de los ciudadanos en lo que a movilidad y medio ambiente se refiere) es el Metro, ¿por qué se está tardando tanto? Presupuestos, claro. Lo que apunta directamente a los políticos locales, autonómicos y nacionales.
La historia del Metro en Sevilla es una larga vergüenza de dineros despilfarrados en las mal planeadas obras de los años 70, que se paralizaron en 1984 tras haberse tirado 5.000 millones de pesetas en construir tres kilómetros de túnel y tres estaciones profundas que, años después, la Junta de Andalucía consideró inútiles. Nunca, en la historia de la ciudad, se ha enterrado –literalmente– tanto dinero público. Tras 18 años de paralización se retomó el proyecto y por fin se inauguró la línea 1 en 2009. Algo es algo.
La buena noticia no lo es tanto si se compara lo que se va a hacer con lo que se debe hacer
Pero, como escribió en este diario en 2016 el catedrático de Ingeniería del Terreno José Luis de Justo en un artículo que les recomiendo ( Historia del metro de Sevilla), “la línea 1 construida es un metro que enlaza Sevilla con su área metropolitana, el Aljarafe y Dos Hermanas, pero en absoluto es un metro que solucione para nada el problema de la ciudad. Este cometido se irá alcanzando paulatinamente a medida que se vayan terminando sus tres restantes líneas. ¿Con tanta ayuda que ha llegado de la Unión Europea, no se ha podido pedir financiación semejante para el Metro de Sevilla?”.
Medio siglo después del despilfarrador disparate de los años 70 y 14 años después de la inauguración de la primera línea seguimos yendo a paso de tortuga. Parcheamos con la extensión del Metrocentro y celebramos el anuncio del inicio de las obras de la línea 3. ¿Se quiere restringir el tráfico en el centro histórico sin asfixiar a sus vecinos, vertebrar la tan traída y llevada Sevilla metropolitana, luchar a contra la contaminación, liberar a los ciudadanos de los diarios atascos que colapsan los accesos a la ciudad? Pues la única respuesta es una sola palabra: metro. Me temo que uno de verdad, que vertebre la ciudad y su área metropolitana, ni nuestros nietos lo verán.