El extraño y férreo hermano de Alberto Chicote en Zamora
Tras la ausencia la pasada semana en La Sexta al emitirse en Antena 3 el programa Hablando en plato, con Alberto Chicote, anoche regresaba Pesadilla en la cocina. En este episodio aparece un ‘hermano’ del chef. Le ha surgido en Camarzana de Tera, en la provincia de Zamora. De hecho, el propietario del hotel-restaurante Juan Manuel, que se llama José Luis y que se hace llamar a sí mismo “el Chicote de Zamora”. ¿Por qué? llega a preguntar el verdadero Chicote a un vecino del pueblo. “Porque es un prepopente”, le responde. Pero es mucho más. Tal como ocurriera con Spiderman, Alberto se encontró anoche con su émulo y lo que sucede es que es más una distorsión que un hermano gemelo, como cree que el zamorano.
El cocinero de restaurante Juan Manuel entiende que es una “persona recta, intransigente, con mucho carácter y una voz potente”. Así se define ante el propio Chicote, quien no se reconoce en concreto con esas características como rasgos principales. “Yo no sabía que tenía voz potente”, inquiere el de Pesadilla. El zamorano además se siente “más guapo”, para pasmo del conductor del programa.
El falso Chicote, que viste de negro y parece que es el hombre más atareado del mundo hizo espera a su ídolo e incluso le dejó con la palabra en la boca. La tensión entre personajes alcanzó el tono de un thriller mesetario. El menú, que incluía patatas fritas congeladas como guarnición de la carne autóctona, fue un desastre.
El Chicote zamorano se autoproclama como “el puto amo” y de esta manera se distingue en su gestión del negocio. Está lejos de los listones de calidad que practica su referente madrileño allá donde va.
José Luis no aceptó bien las críticas y tiene al equipo de servicio y a su ayudante de cocina en un puño, agobiados. Si él se ausenta por unos minutos de la cocina los camareros no deben siquiera de atender al público. Un despropósito de control. Para colmo un timbre, ding dong, suena con cada plato que sale de la cocina, lo que pone nervioso a todos los que están en el local, trabajando o comiendo.
El restaurante-hotel de Camarzana de Tera está enfocado a los peregrinos del Camino de Santiago, pero su aspecto y conservación deja mucho que desear. Chicote se atreve incluso a dormir allí. Como pueden intuir los espectadores habituales en el local se hará una voluntariosa reforma y el restaurante sigue abierto a día de hoy.