Paro y deuda, los principales desequilibrios de la economía
La Comisión Europea apuntó ayer al elevado desempleo y a la deuda, tanto pública como privada, como los principales desequilibrios de la economía española, aunque señaló también que estos indicadores están mejorando y podría cerrar el expediente si continúa con esta tendencia. “Para Alemania, España, Francia y Portugal, los desequilibrios están retrocediendo y si esta tendencia continúa el próximo año habrá base para tomar la decisión (de decir que) no hay desequilibrios”, adelantó el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis.
En su informe sobre el Semestre Económico, Bruselas subraya que, aunque los niveles de deuda privada y externa son “todavía elevados”, han descendido de forma continua durante la última década y, tras una “interrupción temporal” en 2022, retomaron el año siguiente con una senda a la baja que continuará “favorecida por el crecimiento económico”. La posición externa se ha beneficiado de una cuenta corriente en superávit “durante una década” a pesar de que el saldo positivo se ha “estrechado” por los menores ingresos turísticos y la subida de los precios de la energía. baje al 109,1%, la misma cota que prevé Bruselas.
Al mismo tiempo, la Comisión Europea sugiere a España que mantenga los niveles de inversión pública y que garantice la “absorción” de las ayudas procedentes del fondo de recuperación y de los fondos de otros programas de la UE. De hecho, insta al Gobierno a “mantener el impulso” para una “rápida” ejecución del plan español de recuperación y también a presentar pronto la actualización del mismo para tener acceso a otros 10.000 millones en ayudas directas y a los 84.000 millones de euros en créditos que el país tiene asignados.
El ministerio de Asuntos Económicos celebró que la Comisión Europea “confirma que la senda fiscal presentada por España cumplirá con los requisitos fiscales exigidos para 2024” y consideró que “la responsabilidad fiscal del Gobierno y las previsiones de crecimiento de la economía española garantizan la sostenibilidad de las cuentas públicas en los próximos años”.
RETIRADA DE MEDIDAS ENERGÉTICAS
Dentro de este capítulo de recomendaciones fiscales, el Ejecutivo comunitario pide a España que retire como muy tarde al cierre de 2023 las ayudas desplegadas al calor de la crisis energética, que estima actualmente en un 0,6% del PIB, empezando por las más universales.
Bruselas se refiere, por ejemplo, a las reducciones del IVA del gas y de la electricidad, que han sido prorrogadas precisamente hasta final de año, y propone a las autoridades españolas que utilicen los “ahorros” derivados para “reducir el déficit público”.
El texto añade que, en caso de que los precios energéticos se disparen de nuevo y sean necesarias nuevas medidas, estas deben estar orientadas a proteger a los hogares y las empresas “vulnerables”, así como que deben ser
“asumibles” desde el punto de vista fiscal y deben “preservar los incentivos para conseguir ahorros energéticos”.
En esta línea, las recomendaciones también instan a España a seguir reduciendo el uso de combustibles fósiles y a acelerar el despliegue de energías renovables, por ejemplo, simplificando y digitalizando los procedimientos de autorización, mejorando el acceso a las redes e invirtiendo en almacenamiento energético e interconexiones transfronterizas.
De la misma forma, pide a las autoridades españolas que aumenten la disponibilidad de casas eficientes desde el punto de vista energético a través de medidas como la renovación y electrificación de edificios, así como que apoye la formación de trabajadores necesarios para la transición verde.
Exige que se reduzca el déficit público en 9.300 millones para llegar al 2,6% en 2024