La Comisión Europea asegura que el sistema de prestaciones sociales apenas reduce la pobreza
La Comisión Europea advirtió ayer a España de que el sistema nacional de prestaciones sociales, si bien está “mejorando” y las últimas medidas adoptadas van en la buena dirección, tiene todavía una capacidad “limitada” para reducir las tasas de desigualdad y de pobreza, especialmente la pobreza infantil. Así consta en un informe sobre la economía española de 81 páginas que el Ejecutivo comunitario publicó ayer junto con sus recomendaciones de política presupuestaria de cara a 2024 y que remarca que la crisis energética y la inflación “han agravado los retos estructurales” a los que ya se enfrentaba España en políticas sociales.
“Las transferencias siguen teniendo efectos limitados en la reducción de la desigualdad y la pobreza, la pobreza infantil en particular, que continúan altas en comparación y han empeorado en relación a los niveles de antes de la pandemia”, explica el texto. En cifras concretas, la Comisión Europea estimaba el impacto de las transferencias sociales (excluyendo pensiones) en su objetivo de reducir la pobreza en un 23,4% en 2022, que aumentó hasta el 30,5% en 2021, pero todavía está “bastante por debajo de la media de la UE” que se sitúa en el 37,1%.
La discrepancia es todavía mayor en el caso del impacto de las ayudas para menores de edad, que en España es del 24,5% y en
el conjunto de los Veintisiete alcanza el 43,1%. Una de las razones que argumenta el informe es que la mayoría de las políticas de apoyo a hogares vulnerables en España son “transferencias fiscales no reembolsables” dentro del sistema de impuestos, lo que “limita la efectividad para reducir la pobreza, en especial de familias con hijos”. Frente a esto, Bruselas señala que la reforma fiscal prometida en el marco del plan de recuperación “tiene el potencial de tener un impacto positivo en la progresividad fiscal y de apoyar a los hogares y familias con niños más vulnerables”.