Diario de Sevilla

Retorno a los cuartos de final

L El Barcelona aprovecha su excelente arranque para imponerse al Nápoles con un gol final tranquiliz­ador de Lewandowsk­i l Los adolescent­es Lamine Yamal y Cubarsí son los líderes

- Francisco Ávila (Efe)

Liderado por dos adolescent­es –Pau Cubarsí (17 años) y Lamine Yamal (16)– y con el aire que le dio en la media hora final un extraordin­ario Sergi Roberto, el Barcelona vuelve cuatro años después a los cuartos de final de la Champions tras derrotar al Nápoles.

Fue un partido con idas y venidas, dominado al principio por el Barcelona, que aprovechó la inercia para anotar los dos primeros tantos, después por el Nápoles que se puso 2-1 en el primer tiempo y tuvo el partido en sus manos en el inicio del segundo tiempo.

Pero reaccionó el Barcelona con la entrada de Sergi Roberto a media hora del final. El capitán fue el factor diferencia­l del partido, combinó trabajo y ese punto de calidad que no pierde y le permitió regalar el 3-1 y la puntilla del partido a Lewandowsk­i.

El Barça sabía lo que se jugaba y salió a buscar el partido. Marcas al hombre y línea de presión muy adelantada. Antes de poner el primer balón en juego, Xavi Hernández llamó a la banda a Lamine. Estaba claro quien iba a ser uno de los protagonis­tas del partido.

El otro tiene un año más. Pau Cubarsí, en su estreno en la Champions con 17 años, se doctoró. Es el central una mezcla de Beckenbaue­r, Piqué y Puyol; y en su estreno europeo parecía llevar cien partidos, por el temple, la precisión y la clarividen­cia.

Salió el Barça a por el partido. Xavi contó con Raphinha por la izquierda en lugar de Joao Félix. El Barça buscó la línea de cal con el brasileño y con Lamine; puso un cuadrado en el centro y no tuvo dudas.

Las dos primeras aproximaci­ones fueron por parte de Fermín. Los azulgrana mordían en la presión. Un pase de 40 metros de Cubarsí a Fermín, no fue aprovechad­o por el andaluz, pero a partir de entonces los desbordes de dos extremos le dieron las primeras alegrías a los de Xavi.

En el minuto 15, Cancelo habilitó a Raphinha, el centro del brasileño lo dejó pasar Lewandowsk­i, y Fermín llegando desde segunda línea batió a Meret. Respiró el Barça con el 1-0, pero no se relajó. En la siguiente acción, una conducción de Lamine acabó con un pase a Raphinha, que remató al palo, el rechace lo cazó Cancelo que puso el 2-0. En dos minutos, los azulgrana habían hecho buena parte del trabajo, segurament­e en los mejores diecisiete minutos del curso.

Pero poco a poco, el Nápoles se encontró mejor en el campo. Entró en juego Politano, acercó el balón cerca de la meta de Ter Stegen y a la media hora, en la primera llegada, el central Rrahmani anotó el 2-1. Aun pudo empatar el equipo napolitano en el 34, en un remate de cabeza que Ter Stegen salvó. Sin embargo, retomó el Barcelona el mando del partido hasta el final del primer tiempo, aunque prácticame­nte sin opciones de gol, salvo un remate de Lewandowsk­i que salió desviado.

Avisó Kvaratskhe­lia nada más empezar el segundo tiempo con un remate que salió fuera por poco. Presionaba el Nápoles y el Barcelona no salía bien, regalaba demasiado pronto la posesión. Una caída de Osimhen dentro del área, tras una acción de Cubarsí en el 50, sembró todas las dudas.

El Barça había empezado mal, pero sacó la cabeza con una acción de Raphinha, que obligó a la intervenci­ón de Meret en el 55, el partido se jugaba en el campo de los azulgrana por eso Xavi vio las orejas al lobo, miró al banquillo y acertó plenamente en los cambios.

Puso en juego a Sergi Roberto por un agotado Fermín y sustituyó a Christense­n, amonestado, por Romeu, y reaccionó el Barça. Con los cambios de Xavi, su equipo revivió, se fue arriba y tuvo unas cuantas ocasiones para poner el 3-1.

Raphinha era el mas activo y tuvo un par de ocasiones; Lamine anotó en el 68, pero en fuera de juego. El último susto para el Barcelona fue un remate de Lindstrom en el minuto 80, que remató solo y fuera. Fue el último estertor de los napolitano­s, porque el equipo de Xavi creció, sustentand­o en Sergi Roberto, que dio media hora a un altísimo nivel.

Su aportación fue determinan­te. Gundogan filtró un pase al de Reus y con un toque sutil regaló el 3-1 a Lewandowsk­i en el 83. Por fin el Barcelona tuvo un final feliz y cuatro años después estará entre los ocho mejores equipos del Continente, una gran noticia en lo deportivo y en lo económico para el delicado estado de los ‘culers’.

 ?? SIU WU / EFE ?? Sergi Roberto, uno de los destacados, lidera la celebració­n del Barcelona tras meterse en los cuartos de final.
SIU WU / EFE Sergi Roberto, uno de los destacados, lidera la celebració­n del Barcelona tras meterse en los cuartos de final.

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