Desde Arahal PUERTADE LOSPALOS
El municipio de la campiña, además de contar con una agrupación musical de excelsa calidad, protagoniza uno de los ritos secretos de la Semana Santa. De sus campos procede el olivo que cada Lunes Santo se coloca en el paso de misterio de Jesús de la Redención. Así no los ha contado el periodista Pepe Santos. Para este 2024 el olivo de Santiago lleva mezclados dos tipos (cuya denominación obedece a la variedad de aceituna), la gordal y la manzanilla. La rama de esta última es más flexible, por lo que facilita la salida y entrada en el templo.
De Singapur
Y de la campiña sevillana a Asia. De Singapur han llegado los lisianthus blancos para adornar el paso de la Vigen de la Aguas, de la Hermandad del Museo. Es una buena costumbre preguntar por las flores de este palio, en el que siempre se apuesta por el exotismo, mucho antes de que se pusiera de moda en innumerables pasos (en algunos, con desigual suerte). El lisianthus es conocido también como la rosa japonesa. Aportan esa elegancia propia de la corporación decana de la jornada. No olvidemos tampoco aquí el monte del Cristo de la Expiración, conformado a base de clavellinas rojas.
Gabardinas a la calle
Tras años de sequía, las gabardinas salen a la calle en días de lluvia. Imprescindible si se lleva traje de chaqueta, pues lo ponen a salvaguarda del líquido elemento. La modalidad con mayor presencia es la de color beige. Se han multiplicado en las visitas matutinas a los templos, algunos con generosas colas, como la Capilla del Museo.
Risitas
En el Consejo, siempre en privado, ha habido quienes han tenido dificultades para aguantar la risita con la mojá (otra vez) de la Paz y las reacciones de censura y chanza que ha generado en las fosas sépticas de las redes sociales. Nadie lo reconocerá en público porque sería inelegante, pero es una realidad palmaria. El hermano mayor, Vicente Flores, es del grupo públicamente crítico con el Consejo. Política cofradiera se llama. La política, sea cual sea, está en todos los foros.
Dimes y diretes
El de las fuentes oficiales del Ayuntamiento, que tardaron pocos minutos en cuestionar la información que trascendió del regreso a sus templos de las hermandades de la Cena, Jesús Despojado y la Paz, refugiadas en la Catedral tras la lluvia del domingo. “Todavía no hay nada oficial por parte del Cecop”. O alguien se ha saltado al órgano creado para garantizar la seguridad o el gobierno local llega tarde a la decisión tomada por las tres cofradías. Ya tenemos debate.
Vuelven las joyas
Es muy de agradecer que las dolorosas luzcan de nuevo, sin complejo, todas sus preseas. El Domingo de Ramos lo vimos con dos imágenes clásicas de la jornada: la Virgen del Subterráneo y la del Socorro, con perlas de la familia Candau en su corona. Este Lunes Santo ocurrió igual con la Virgen del Rocío y con la de las Aguas, con gran presencia de broches bajo su caracterísico tocado. Ojalá vuelvan las que antaño adornaban su manto.
La regla suprema
Con lluvia no se puede abrir una puerta y poner una cofradía en la calle. Es la regla de oro. Es la máxima que siempre se debe cumplir. Así se decidía antiguamente, cuando no operaba la barrila de las múltiples webs especializadas en predicciones. Hay que mirar el cielo siempre minutos antes de la salida.
Redención
El turismo se nota en los templos. En la iglesia de Santiago se colocó un cartel para señalar el lugar donde debían dejarse los paraguas. En español y en inglés. Que todos se dieran por enterado. Y no faltó tampoco el ojo que “el suelo resbala”. Como dijo la gran Angelita, “lo importante es que yo no me caiga”. Qué razón tenía la Hija Predilecta de Sevilla.
Belleza
Un templo con las puertas abiertas de par en par cuando cae una manta de lluvia es una estampa que a algunos nos parece de gran belleza. Se vivió en San Nicolás en la mañana de ayer. Muy pocos fieles, los dos pasos espléndidos y la lluvia como banda sonora. ¡Hay que consolarse con algo! La lluvia es una bendición de Dios, que decía Juan Pablo II, el Papa citado en la insignia de la Juventud de la cofradía candelaria: “Sois la esperanza de la Iglesia”.