Mantilla blanca, una tradición centenaria que inspira a novias e invitadas
Victorio & Lucchino, Nicolás Montenegro, Cherubina o Iván Campaña, entre los diseñadores participantes
La tradicional jornada dedicada a la Mantilla blanca, evento exclusivo que cada año organiza el Ayuntamiento de Sevilla y la Agencia de Moda y Comunicación, Doble Erre, tuvo lugar ayer, a las 12:30, en la Casa Palacio Marqués de Pickman. Como novedad, tanto modelos como invitados se sumergieron en una experiencia que recreó una celebración nupcial donde cada detalle fue cuidado meticulosamente. Se sirvió un cóctel, acompañado de música en directo y decoración floral. Y es que cada vez más, las protagonistas de estas celebraciones, como las novias y sus testigos, eligen lucir la clásica mantilla blanca, una prenda emblemática impregnada de historia y tradición que se adapta a las tendencias de moda contemporáneas. Sin olvidar a la madrina, que siempre luce mantilla negra.
“El proyecto Sí Mantilla tiene como objetivo primordial rendir homenaje a la mantilla, mediante un recorrido por los dos momentos de mayor exaltación de esta emblemática prenda artesanal: la mantilla negra, sinónimo de luto y recogimiento; y la mantilla blanca, símbolo de alegría y júbilo, presente en las ceremonias más tradicionales. La mantilla blanca ha resurgido entre las nuevas generaciones, convirtiéndose en una tendencia entre las invitadas a las bodas. Ya no es solo una elección entre las madrinas, sino que también cada vez más novias y testigos optan por lucirla”, explica Raquel Revuelta.
“La mantilla blanca comparte protocolo en su colocación con la mantilla negra, pero es menos rigurosa en la elección del colorido. Se recomienda la elección de tejidos lisos y colores vivos para lucirla mejor. El protocolo nos dice que debe usarse con vestido de fiesta con mangas (manga francesa o incluso media manga), cartera de mano, medias de cristal y zapatos de tacón fino y cerrado”, asegura Revuelta.