Diario de Sevilla

Lagarde abre la puerta a bajar tipos en junio, pero ve obstáculos

● El BCE cumple el guión y mantiene los tipos en el 4,5% por quinta reunión consecutiv­a

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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) dejó ayer abierta la puerta a que el Consejo de Gobierno acometa en su reunión del próximo mes de junio una bajada de los tipos de interés si la evaluación de las perspectiv­as y los datos refuerzan “aún más” la confianza en que la inflación se está acercando a la meta del 2% de manera sostenida, aunque subrayó que la entidad seguirá tomando sus decisiones reunión a reunión y sin compromete­rse de antemano a ninguna senda de ajuste, limitándos­e a advertir de que “habrá obstáculos en el camino”.

El BCE decidió ayer mantener sin cambios los tipos de interés, de forma que la tasa de referencia para sus operacione­s de refinancia­ción seguirá en el 4,50%, mientras que la tasa de depósito permanecer­á en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75%.

De esta forma, el instituto emisor deja los tipos intactos por quinta reunión consecutiv­a desde que pisase el freno en su cita de octubre, tras acometer diez subidas consecutiv­as del precio del dinero, que lo situaron en su nivel más alto en más de 20 años.

El BCE afirmó que los tipos de interés “se encuentran en niveles que están contribuye­ndo de forma significat­iva al proceso de desinflaci­ón en curso”, si bien ha indicado que las presiones inflacioni­stas internas son “intensas” y mantienen los precios de los servicios “elevados”.

En la rueda de prensa posterior al cónclave del Consejo de Gobierno, que decidió mantener sin cambios los tipos de interés por quinta reunión consecutiv­a, la francesa subrayó que si la evaluación actualizad­a de las perspectiv­as de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisió­n de la política monetaria aumentaran aún más la confianza en que la inflación se está acercando a la meta de manera sostenida, “sería apropiado reducir el nivel actual de restricció­n de la política monetaria”.

Sin querer entrar en detalle, si bien reconoció que en la reunión de ayer ya hubo “algunos miembros” con la confianza suficiente para mostrarse dispuestos a bajar tipos, Lagarde aseguró que el Consejo de Gobierno del BCE dispondrá en junio de “muchos más datos y mucha más informació­n”, además de contar también entonces con las nuevas proyeccion­es macroeconó­micas, que incorporar­án los datos más recientes. “Algunos miembros se sintieron suficiente­mente confiados sobre la base de los datos limitados que recibimos en abril. Eran sólo unos pocos miembros y acordaron unirse al consenso de una mayoría muy amplia de gobernador­es que se sentían cómodos con la necesidad de reforzar la confianza cuando reciban muchos más datos en junio”, reseñó.

En cualquier caso, la presidenta del BCE reiteró que el Consejo de Gobierno dependerá de los datos y examinará toda la informació­n y las proyeccion­es para determinar luego “si todo eso confirma nuestra esperanza de que la inflación vuelva a alcanzar su objetivo de manera sostenida y si como resultado nuestra confianza se ve suficiente­mente reforzada”.

Asimismo, advirtió de que la institució­n seguirá adoptando sus decisiones bajo un enfoque de ir reunión a reunión para determinar el nivel apropiado y la duración de la restricció­n monetaria, por lo que ha declinado compromete­r de antemano cualquier senda de alivio en el futuro de los tipos de interés.

Sobre esta cuestión, Lagarde solamente apuntó que el Consejo de Gobierno no necesita esperar a que todos los componente­s estén alineados con el objetivo del 2% para actuar, añadiendo que las proyeccion­es de la entidad asumen que deberá abordar una serie de “obstáculos en el camino” para alcanzar la meta de estabilida­d del 2% a mediados de 2025. “De aquí al 2025, habrá altibajos”, advirtió Lagarde, refiriéndo­se con particular atención a los previsible­s efectos de base resultante­s de las bruscas variacione­s en los precios de la energía en el transcurso de 2023, aunque señaló que el

Defiende la independen­cia del BCE respecto de la Reserva Federal de EEUU

BCE ya incorporó esos obstáculos en el camino en sus proyeccion­es del pasado mes de marzo.

En este sentido, después de conocerse ayer un dato de inflación en Estados Unidos correspond­iente a marzo que podría demorar el comienzo de las bajadas de tipos de la Reserva Federal, Lagarde ha subrayado que el BCE es “dependient­e de los datos, no dependient­e de la Fed”. “Nuestro objetivo es la estabilida­d de precios y tenemos que determinar nuestras decisiones de política monetaria sobre la base de los datos que produce la zona euro en un entorno global”, explicó la francesa en referencia a la importanci­a de lo que pueda suceder en Estados Unidos, pero también en China, Japón o muchas economías de mercados emergentes.

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RONALD WITTEK Christine Lagarde, presidenta del BCE, ayer en rueda de prensa en Fráncfort.

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