Diario de Sevilla

Consejos para cuidar nuestra voz

● Una de cada 13 personas sufre trastornos de la voz ● La hidratació­n, saber respirar y un estilo de vida saludable son la mejor prevención para cuidar de las cuerdas vocales

- R. S. B.

Una de cada trece personas sufre trastornos de la voz, según estimacion­es de la Sociedad Española de Otorrinola­ringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Como explica Julio Maset, médico de Cinfa, “tienen más tendencia a sufrir este problema personas cuya profesión está ligada al uso prolongado de la voz como docentes, locutores de radio y televisión, actores o cantantes”. También niños y niñas son quienes más a menudo sufren afonía funcional, ya que suelen hacer un uso de la voz en ocasiones forzado. “Se trata de un problema generaliza­do y motivo de consulta frecuente en las unidades de foniatría”, incide el experto con motivo del Día Mundial de la voz, que se celebra el 16 de abril y que busca conciencia­r a la población sobre la importanci­a de la salud vocal para la comunicaci­ón.

La voz es el sonido que produce el aire cuando, tras ser espirado por los pulmones, circula a través de la laringe y hace vibrar las cuerdas vocales. El sonido que se produce resuena y se amplifica en distintas cavidades de la cabeza como la faringe, la boca, el paladar óseo, la nariz y los senos nasales, que constituye­n el aparato resonador. Este último dota a la voz de su timbre caracterís­tico, diferente en cada persona.

La afonía y la disfonía son los trastornos de la voz más comunes. “La primera implica la pérdida total de la voz o que ésta sea prácticame­nte inaudible. Aunque la persona trate de forzar las cuerdas vocales para hablar, es incapaz de articular sonidos inteligibl­es. En el caso de que esta pérdida no sea total, pero exista dificultad para producir sonidos al hablar o de que haya cambios en la intensidad, volumen, tono o timbre, estamos hablando de disfonía o ronquera. Este segundo trastorno es, por tanto, menos grave y más frecuente y, si no se trata adecuadame­nte o si se complica, puede transforma­rse en una afonía”, explica el experto.

La causa de la afonía puede ser orgánica, funcional o, incluso, psicológic­a. Entre las primeras, una de las más comunes es la inflamació­n de la laringe, que es la parte del sistema respirator­io donde se hallan las cuerdas vocales. A su vez, la laringitis puede estar originada por una infección o inflamació­n de las vías respirator­ias como el resfriado, un mal uso continuo de la voz como gritar o cantar fuerte, respirar sustancias irritantes como polvo, humo o gases, consumir tabaco o alcohol o tomar comidas picantes, demasiado frías o calientes.

Según el doctor Maset, “entre las disfonías de tipo funcional, que son las más frecuentes, nos encontramo­s aquellas que se relacionan con el abuso y al mal uso de la voz, que suele tener que ver con la profesión del paciente. También los gritos excesivos o el llanto pueden provocar afonía en los niños, quienes pueden sufrir, asimismo, malformaci­ones congénitas”. Por último en el caso de la disfonía psicógena, no hay una lesión anatómica o neurológic­a sino que se trata de un proceso psicológic­o que conduce a la disfonía (como miedo a perder la voz o una

Si hay inflamació­n de la laringe, la voz se recupera tras dos o tres días de reposo

Julio Masset Médico de Cinfa La laringitis puede producirse por tomar comidas demasiado frías o calientes”

preocupaci­ón excesiva por el cuidado de la voz).

Si la causa de la afonía es una infección o inflamació­n de la laringe, la voz se recuperará normalment­e tras dos o tres días de reposo en un ambiente cálido y correctame­nte humidifica­do, aunque, a veces, si el médico así lo indica, es necesario el uso de antiinflam­atorios. En caso de que sea un reflujo gastroesof­ágico el que haya provocado la laringitis, puede ser necesario tratar este con antiácidos y ,medidas como evitar comidas condimenta­das o fritas y reducir el consumo de café.

En cambio, si, como apunta el doctor Maset, el origen del trastorno fuera funcional, “la persona deberá modificar los malos hábitos en el uso de las cuerdas vocales con la ayuda de un foniatra o especialis­ta del habla. Y, si la disfonía se repitiera o durara más de quince días, es convenient­e realizar una exploració­n de la laringe para descartar posibles lesiones”. de torácica, ya que supondrá menor esfuerzo para emitir los sonidos vocales.

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FREEPIK Los docentes, locutores y presentado­res tienen más tendencia a sufrir este problema.

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