Atender urgencias a pie de albero
● El real acoge por primera vez una caseta ‘hospital’ para resolver rápidamente las incidencias más leves
CORTES, suturas, rozaduras, dolor de pies o leves vahídos. Son incidencias que pueden surgir en cualquier momento mientras se disfruta de un día de feria o mientras se trabaja en la misma y que, lejos de amargar la fiesta, pueden solucionarse con personal sanitario perfectamente cualificado a pie de albero. Es el objetivo con el que por primera vez se ha instalado en el real de Los Remedios un puesto de primeros auxilios sanitarios, que se suma al hospital de campaña habitual que cada año se instala detrás del edificio de Lipasam en la Avenida Alfredo Kraus, y que se ha convertido en el salvavidas de visitantes y feriantes, siempre en coordinación con la red de hospitales de la ciudad, 061, Emergencias 112 y el apoyo de Protección Civil, Cecop, Policía Local y Bomberos.
El objetivo de este dispositivo, instalado en Juan Belmonte 105, es resolver rápidamente la patología más leve que se produce en las inmediaciones del recinto ferial. Lo componen dos enfermeros, un técnico en emergencias y una ambulancia de apoyo que se encargan de dar respuesta a las necesidades sanitarias leves sin salir del albero. Su actividad arranca cada día a las 13:00 horas y está abierto hasta las 00:00 horas, cubriendo las horas del paseo de caballos, las de mayor dificultad para el movimiento de ambulancias por el real. A partir de esta hora, el equipo sanitario de este puesto avanzado se trasladará al dispositivo sanitario general. Está perfectamente organizado. Tiene sala de curas, observación, farmacia y unidad de críticos. A este nuevo dispositivo hay que sumar tres unidades móviles a pie en el interior del recinto.
Fernando Martínez-Cañavate es el jefe de Servicio de Salud del Ayuntamiento de Sevilla y es el coordinador de este dispositivo sanitario en la Feria que, en su conjunto, conforman unos cien profesionales con médicos, entre los que hay especialistas en cuidados intensivos, enfermeros y técnicos en emergencias sanitarias. “El servicio está ampliamente cubierto para poder asistir cualquier incidencia sanitaria”, explica.
La atención se organiza en tres turnos y está disponible las 24 horas del día, reforzándose a medida que avanzan la tarde y la noche, que es cuando en el hospital de campaña se viven los momentos más complicados. Durante la mañana el dispositivo está en torno al 20% del personal y cuatro ambulancias, al caer la tarde se incrementa a un 40%, con siete coches, y, ya por la noche, la flota se refuerza en su totalidad con once ambulancias. La capacidad resolutiva de este dispositivo es muy alta y, según datos de los primeros días, menos del 5% de las atenciones han requerido derivación a centro hospitalario.
Ana Rosa Palomino González es una de esas voluntarias de Cruz Roja detrás de este dispositivo. Ella no atiende a los enfermos, pero sí forma parte de los cimientos de este hospital de campaña desde la coordinación de la farmacia improvisada en una de las dependencias sanitarias instaladas estos días en el Real. Suma 38 ferias a sus espaldas. “Ésta es la última”, asegura, aunque entre risas reconoce que la del año pasado “también lo era”. “El voluntariado es así; sólo el que lo vive lo entiende”, asiente.
El buen funcionamiento de este dispositivo es, en parte, gracias a su trabajo. De ella depende que no falten medicinas, apósitos, vendas y demás material fungible, necesario cada día en un centro hospitalario. “Todo lo que hoy se ve aquí tiene detrás un estudio previo importante, teniendo en cuenta, siempre, los datos del año pasado”, explica. Tiene anécdotas para escribir un libro y muchas, muchas horas de trabajo a sus espaldas. Es uno de los ángeles del real de la Feria.
El dispositivo sanitario se completa con el hospital de campaña habitual en Alfredo Kraus