Sánchez Martínez da inicio al derbi de los debates
● El derbi centésimo cuadragésimo primero dejó un empate que dará mucho que hablar por la polémica de dos penaltis en el área sevillista
Una carga de En-Nesyri sobre Abde corriendo hacia el campo bético dejó en entredicho los criterios futbolísticos del encargado de impartir justicia en el partido de rivalidad que, dicen, más pasiones levanta en la Liga española. No hay otro como él, convenían Manuel Pellegrini y Quique Sánchez Flores en buen son justo antes del partido. Sánchez Martínez llegó a este derbi centésimo cuadragésimo primero (141) entre todas las competiciones, el centésimo sexto (106) de Primera División, con el aval de los tres futbolistas que expulsó en el anterior derbi y el mismo escenario. Y en esta ocasión puso su silbato al servicio de la pasión cainita de Sevilla.
La pasión había sido relativamente enfriada por la nueva normativa de la Comisión Antiviolencia de ampliar el perímetro de seguridad en torno al vibrante Benito Villamarín para evitar la excesiva cercanía de hinchas y autobuses en la llegada. Muchos aficionados calificaron de desmesurado ese despliegue. Aun así, se hicieron notar los cánticos a favor del Betis y en contra del Sevilla cuando aparecieron los respectivos autobuses. La seguridad ante todo bajo la premisa de la prevención cautelosa. Son los tiempos que corren.
Minutos antes del partido, Movistar reunió a los dos entrenadores que, en un ambiente relajado, compartieron risas y opiniones. El frío otoñal de esta avanzada primavera, con temperaturas por debajo de los 20 grados a la hora del partido, se trasladó en cierta medida al trato versallesco del chileno y el madrileño. Educada frialdad con calor humano. El técnico
Los béticos se quejarán de que el manotazo de Badé a Isco existió y no debió desdecirse
bético llegó a destacar que se “alegra porque Quique haya sacado adelante al Sevilla”, al que lo ve ya salvado, lo que produjo risas cómplices entre ambos. Luego llegaría la tensión del primer derbi de Quique y el noveno de Pellegrini, que sigue sin conocer el triunfo en la Liga frente al Sevilla, aunque siempre presumirá de ganar el que lo catapultó a la Copa verdiblanca de 2022. “Venimos de jugar algún derbi en otra ciudad, pero esto es diferente. Manuel tiene más experiencia”, dijo Quique. Más experiencia y más agudez descriptiva: “En Sevilla hay tres fiestas inigualables, la Semana
Los sevillistas no comprenderán cómo vio mano en un brazo pegado al cuerpo
Santa, la Feria y los derbis”, dijo el chileno. Amén dirán unos. Otros pensarán que de fiesta, nada...
A la hora de la verdad, estallaron las pasiones. A la salida de los equipos, bufandas verdiblancas y cartulinas verdes, con una gran pancarta en Gol Sur en la que se leía: “Balompié, esencia, tradición, idiosincrasia y sevillanía”. El letrero enmarcaba desde su frontispicio un cuadro pintoresco de un patio sevillano con la Giralda al fondo en el que niños de verdiblanco jugaban a la pelota. La escena estaba enmarcada por un traje de flamenca y un cuadro del Gran Poder. ¿Homenaje tácito a Manuel Ruiz de Lopera por la devoción que tuvo al Señor de San Lorenzo? En la esquina de Gol Norte, el contrapeso aislado de los globos rojos sevillistas, más de medio millar de intrusos.
El Sevilla empezó mandando pero el Betis reaccionó. Tras el gol anulado a Ocampos por fuera de juego en un claro error de Lukébakio –entró por el lesionado Isaac y fue cambiado en el 85–, el internacional belga le puso pimienta a la polémica. Fornals saca un centro-chut en pleno acoso verdiblanco, Lukébakio se gira y el balón da en su muñeca, con el brazo pegadito. No lo suficiente para Sánchez Martínez ni Ortiz Arias, el árbitro de VAR. Algunos ex árbitros como Iturralde González o Estrada Fernández opinaron distinto. No hay derbi sin polémica y esta la tuvo por partida doble.
Dos penaltis en el área sevillista para alimentar los debates digitales y de taberna –aún queda alguna– en la semana del posderbi. En el primero, Isco sirvió el aperitivo en frío de su particular revancha contra el desprecio de un Sevilla que le rescindió el contrato tras su fortísimo agarre con Monchi, en enero de 2023. Marcó con clase haciendo imposible la estirada de Nyland. En el segundo, el propio Isco casi sirve el postre de su venganza al completo. Pero Sánchez Martínez se desdijo tras revisar la imagen: hubo un forcejeo entre Badé e Isco saliendo del área, ambos se ponen los brazos encima y el manotazo final del sevillista no fue considerado suficiente. Fue el mismo árbitro que vio falta en una carga legal de En-Nesyri sobre Abde en el minuto 92.
Un chaval de Morón de la Frontera puso las tablas nada más saltar al campo por el más veterano en derbis, Jesús Navas, que fue pitado al salir del campo. No, no es Versalles. Kike Salas empató y Sánchez Martínez pitó el inicio del posderbi. A debatir. Mejor sobre fútbol que de política.