Watagata, molletes con pringá… con acento coreano
La comida coreana se fusiona con la de aquí en este nuevo establecimiento situado en la calle Fuenteovejuna 8, en Nervión. Se llama Watagata y sus propietarios están vinculados con Corea, no porque sean de allí, si no porque son dos maestros en artes marciales del país asiático, Javier Romero y Víctor Gonzalez. Ambos son buenos conocedores de la cultura coreana, ya que han visitado el país en diferentes ocasiones. De hecho, el nombre viene del mote que la esposa de su maestro de artes marciales en Corea les puso “watagata boys”. Es una expresión que mezcla los verbos ir y venir, y se utiliza como una manera de llamar a las personas inquietas, que siempre tienen proyectos en la cabeza. Con esa inquietud, hace un par de meses el restaurante abrió sus puertas con una cocina de productos frescos y platos diseñados entre el chef ejecutivo y los propietarios que están sorprendiendo a los clientes. En Watagata no hay rollitos de primavera, ni el sushi tal y como se encuentra en restaurantes japoneses. La cocina coreana se caracteriza por ser picante, utilizar muchas verduras, y fermentaciones como el kimchi, uno de las recetas más famosas de su gastronomía que consiste en col fermentada. Con esa base preparan, por ejemplo, algo tan andaluz como el mollete con los sabores coreanos. Uno es el llamado David Chang, en el que visten el mollete con panceta a baja temperatura, salsa hoisin pepino y mezcla de hierbas. Y si parecía imposible que Corea estuviera más cerca, preparan un mollete de pringá tradicional con un exótico chutney chilli bean (una salsa agridulce de habichuelas). También las croquetas tienen su toque, porque son de bulgogi, un plato de ternera marinado con soja, entre otros ingredientes. Y el clásico entre los clásicos, la ensaladilla, aquí se
preparan con mejillones en escabeche, kimchi y la especia ito togarashi, hecha con guindilla desecada.