“Las seis narcolanchas son culpables, se protegían unas a otras”, afirma la madre del agente isleño
El vuelco que ha dado la investigación de la tragedia de Barbate ha sido todo un mazazo para la familia de Miguel Ángel González Gómez, el guardia civil de San Fernando que fue asesinado junto a otro compañero tras ser embestido por una narcolancha en el puerto.
Después de que se haya conocido que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha descartado por completo que las seis personas detenidas fueran a bordo de la embarcación que arrolló a la zódiac de la Benemérita, la madre de Miguel Ángel, Francisca María Gómez, volvió a pedir ayer “que se haga justicia” y manifestó que está “totalmente en contra” de que los detenidos puedan quedar en libertad. “Las seis narcolanchas que había en el puerto son culpables porque las seis se protegían unas a otras”, afirmó al apuntar además a la información clave que pueden aportar los detenidos para la investigación y para dar con los autores de la muerte de los dos agentes.
“No voy a estar tranquila hasta que se coja a los culpables”, dijo la madre del Guardia Civil isleño justo cuando se cumplen tres meses de la tragedia. Hace una semana que a la familia del agente isleño se le adelantaron las conclusiones de la investigación de la UCO y que, por tanto, los autores de la muerte de Miguel Ángel y de su compañero, David, todavía están en libertad. Pero a pesar de ello la familia tiene también puesta su confianza en la investigación de la Guardia Civil: “La esperanza no la voy a perder”, sostiene. “Tengo esperanzas en la investigación y en que se pueda hacer justicia. La Guardia Civil no va a tirar la toalla”.
“Tiene que hacerse justicia, por Miguel Ángel, por David... Y por todos los que vienen detrás, porque (los narcos) siguen cachondeándose de la Guardia Civil”, sostiene también al referirse al día a día de los agentes que trabajan en las costas gaditanas.