Los agentes no pueden identificar a los atacantes de la narcolancha
● Los guardias civiles que sobrevivieron a la embestida coinciden en señalar que su patrullera no era la adecuada para abordar las gomas refugiadas en el recinto portuario esa noche
Los cuatro guardias civiles que sobrevivieron al ataque de una narcolancha en el puerto de Barbate el pasado febrero, en el que murieron dos de sus compañeros, confirmaron ante la jueza instructora durante su declaración como testigos ayer que fue una acción intencionada. Del mismo modo, afirmaron que no pueden identificar a los tripulantes de la goma.
Estos cuatro guardias civiles declararon en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Barbate y detallaron que hubo varios intentos de ataque por parte de una narcolancha, la de mayor tamaño de las seis o siete que se encontraban en el puerto barbateño refugiadas. En esos ataques, se produjeron dos embestidas graves y una tercera mortal, según señaló a los periodistas el abogado Andrés Carreño, de la Asociación de Víctimas de Delitos Especializados Adevi, que se presenta como acusación popular en el caso. La goma, dijo, acometió contra la zódiac del Instituto Armado “de forma grave” hasta en tres ocasiones, de manera que “no había posibilidad de escapar”, “la intención era clara de embestir”.
Este abogado comentó que los agentes, muy afectados psicológicamente por lo ocurrido, manifestaron a la jueza que, dadas las circunstancias en las que se produjeron los hechos, no podían ofrecer más detalles de los tripulantes de la narcolancha, aunque recordaban a una persona con una prenda “más brillante o llamativa” de color naranja o rojizo.
Aunque no pudieron determinar con exactitud cuál de todas las embarcaciones fue la que los atacó debido a la nocturnidad, al temporal y a que se utilizó “un puntero” para deslumbrarlos, los agentes sí aseveraron que fue siempre la misma narcolancha.
“Todos coincidieron en que su embarcación no era quizás la más adecuada por la diferencia de dimensiones, como es lógico”, señaló sobre la zódiac en la que acudió la Guardia Civil para tratar de disolver la presencia de las narcolanchas de el puerto.
Uno de los cuatro agentes compareció ante la jueza por videoconferencia, mientras que el resto de compañeros lo hicieron de manera presencial en los Juzgados de Barbate, donde estuvieron acompañados por representantes de Jucil, quienes insistieron en la necesidad de dotar de más medios personales y materiales a la Guardia Civil en la provincia de Cádiz para combatir el narcotráfico que afecta a este territorio.
Por último, Andrés Carreño subrayó que en este tipo de investigaciones, hasta que no se llega al juicio “dudas siempre hay” y que “sí se concreta un poco más que los ataques graves vinieron de la misma embarcación”. También recordó que los agentes “acaban de salir del tema físico” en relación a las lesiones producidas por aquel ataque y que “psicológicamente todavía están evidentemente afectados”.