China eleva su peso en Europa tras estrechar lazos con Serbia y Hungría
El presidente de China, Xi Jinping, terminó ayer viernes una gira europea en la que ha buscado profundizar su influencia en Serbia y Hungría, dos países con líderes ultranacionalistas y una relación ambigua con la UE, que pueden ser un ariete para aumentar su presencia económica en Europa.
Durante sus estancias en Serbia y Hungría, Xi abogó por profundizar las “relaciones estratégicas” con esos dos países y firmó decenas de acuerdos de cooperación, incluyendo importantes inversiones en infraestructuras.
El mismo Xi afirmó en Budapest, donde terminó ayer su gira de cinco días, que cuenta con esos dos países para ampliar la cooperación con Europa Central y del Este.
Serbia y Hungría tienen Gobiernos que disponen de mayorías absolutas, un elevado control de los medios de comunicación y de las instituciones estatales y disputas con la Unión
Xi Jinping visita ambos países y firma decenas de acuerdos de cooperación
Europea, pese a que la primera aspira a ser miembro y la segunda lo es desde hace 20 años. Hungría tiene continuos enfrentamientos con Bruselas por sus violaciones del Estado de derecho y Serbia acusa, más o menos veladamente a la UE, de querer imponerle su política exterior.
Los dos países, además, tienen buenas relaciones con Rusia y son contrarios a participar en las sanciones occidentales por su ataque a Ucrania o a enviar armas para que Kiev se defienda de la agresión.
Serbia es el país políticamente más cercano a Pekín, mientras que la Hungría del ultranacionalista Viktor Orbán es uno de los mejores aliados de Xi en la Unión Europea (UE). “Hungría se ha convertido en el principal punto de entrada de China a los mercados comunitarios”, explica a Edit Zgut Przybylska, profesora adjunta del Instituto de Filosofía y Sociología de la Academia Científica Polaca. Hungría es “el ariete de China que, en casos dados, ralentiza o veta los decretos comunitarios incómodos”, agrega esta experta.